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Estilos de Pensamiento y Enfoques
Epistemológicos
Autora: Maryianela del Carmen Maita Guédez
Universidad de Los Andes Núcleo
Universitario “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez”, ULA
mmaita@ula.ve; maryianelamaita@gmail.com
Táchira,
Venezuela
Resumen
Este ensayo inicia con un referente histórico cuyo propósito es
distinguir las diversas posturas filosóficas dadas a lo largo de la
construcción de la ciencia. El recorrido se divide en dos épocas, antes y
después del siglo XVII, por una parte, se enfoca en el pensamiento griego
constituido por las tradiciones Aristotélicas y Galileanas; por la otra se
presentan las grandes tradiciones epistemológicas: el Racionalismo y el
Empirismo. Se continúa en el siglo XIX con Augusto Comte quien introduce el enfoque
positivista de la ciencia hasta llegar a la figura de Thomas Kuhn con el
concepto de paradigma. Seguidamente, se tratan los estilos de pensamiento y
enfoques epistemológicos pues cada ser humano tiene una forma particular de
abordar la realidad, aprender, resolver problemas, inferir, desenvolverse en su
entorno o seguir ciertos patrones que lo asemeja o diferencia de los otros.
Luego se establece la relación entre ambos, demostrándose que son el sustento
de cualquier revolución científica exhibida en el transcurso de la historia.
Finalmente se concluye que todo trabajo de investigación adquiere un valor en
el contexto del sistema de creencias donde ha sido planteado, más que dentro de
imposiciones de los paradigmas que establecen esquemas supuestamente
indiscutibles y universales.
Palabras clave: epistemología; racionalismo; empirismo; razonamiento.
Fecha de Recepción: 15-08-2017 |
Fecha de Aceptación: 25-10-2017 |
Styles of Thought and Epistemological Approaches
Abstract
This paper begins with a historical reference whose purpose is to
distinguish the various philosophical positions given throughout the
construction of science. The path is divided into two periods, before and after
the seventeenth century, on the one hand, focuses on the Greek thought
constituted by the Aristotelian and Galilean traditions; On the other hand are
presented the great epistemological traditions: Rationalism and Empiricism. It
continues in the XIX with Augusto Comte who introduces the positivist approach
to science till the figure of Thomas Kuhn with the concept of paradigm. Then,
it is about the styles of thought and epistemological approaches due to each
human being has a particular way of approaching reality, learning, solving
problems, inferring, developing in their environment or following certain
patterns that resemble or differentiate them from others. Then the relationship
between them is established, proving that they are the support of any
scientific revolution exhibited in the course of history. Finally, it is
concluded that all research work acquires a value in the context of the belief
system where it has been raised, rather than within impositions of paradigms
that establish supposedly indisputable and universal schemes.
Keywords: epistemology; rationalism; empiricism; reasoning.
Date Received: 15-08-2017 |
Date Acceptance: 25-10-2017 |
1. Introducción
El
conocimiento ha sido, a lo largo de la historia de la ciencia, uno de los grandes
debates entre filósofos, en los que se disputan tres creencias: las ontológicas
que giran en torno a la naturaleza de los fenómenos, las epistemológicas
referidas a las dudas de cómo se puede adquirir, conocer, comunicar el
conocimiento y las creencias metodológicas que se concentran en el interés por
el modo en que el individuo crea, modifica e interpreta el mundo en el que se
encuentra. En otras palabras, dependiendo de cómo se relacione el sujeto que
conoce (investigador) con el objeto de estudio, la operación misma de conocer y
la información recopilada acerca del objeto, el resultado puede variar de un
conocimiento común a un conocimiento científico.
Para
Martínez (2010a), el conocimiento es “el resultado de un elaboradísimo proceso
de interacción entre un estímulo sensorial (visual, auditivo, olfativo, etc. o
un contenido de nuestra memoria) y todo nuestro mundo interno de valores,
intereses, creencias, sentimientos, temores, etc.” (pág. 176). Por
consiguiente, el sujeto que investiga detecta, plantea y busca soluciones a
situaciones problemáticas que se presentan en la realidad donde se desenvuelve,
manteniendo permanentemente una acción crítica, reflexiva, sensible; como
indica Morales (2014), “bajo la actitud de asombro y admiración” (pág. 29),
ante el objeto estudiado y los resultados obtenidos.
Según
Árraga y Añez (2003a), el individuo común es el mismo que investiga, el cual
utiliza sus procesos cognitivos: estilos de aprendizajes (formas de organizar,
almacenar información), estilos de pensamientos (formas como perciben,
interpretan, construyen la realidad), así como enfoques epistemológicos
(postura que adoptan para producir conocimiento científico) que predomina a la
hora investigar.
En
este ensayo se tratan los estilos de pensamientos, enfoques epistemológicos y
la relación entre ambos para demostrar que son el sustento de cualquier
revolución científica que se vaya dando en el transcurso de la historia. En
este sentido se inicia con la conceptualización del término epistemología para
luego realizar un recorrido por el pensamiento de algunos autores relevantes de
la ciencia, con el propósito de distinguir las variaciones que se han
presentado en la forma de concebir y hacer ciencia, abriendo la posibilidad de
producir nuevas posturas para la explicación científica que no se fundamenten
exclusivamente en lo causal, teleológico o hermenéutico.
2. La
filosofía de las ciencias: en la búsqueda de un punto de encuentro
La
epistemología, o filosofía de la ciencia, para Bunge (2002), “es la rama de la
filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el
conocimiento” (pág. 21), tomando en cuenta los métodos, naturaleza y estructura
para obtenerlo, validarlo y socializarlo. Jaramillo (2003), la relaciona con la
génesis de los conocimientos científicos, que a través de la objetividad de los
mismos se determinan los saberes ideológicos de la época, produciendo un
impacto y transformación cultural en las instituciones de una sociedad. Por su
parte, Vargas (2015), considera que “da sustento a la reflexión científica de
cualquier disciplina” (pág. 208).
De las
definiciones anteriores, se puede aseverar que la epistemología es la filosofía
de la ciencia, se basa en la reflexión crítica de los fundamentos, principios y
demás aspectos que soportan el conocimiento científico (confiable, verificable,
validado, socializado, fidedigno, universal) generado en una disciplina para
darle el estatus de ciencia, donde se formulan postulados, teorías y leyes que
permiten el desarrollo de la humanidad.
En
este sentido, la ciencia a lo largo de su construcción ha pasado por diferentes
momentos como por diversas posturas filosóficas. Su definición ha estado
rodeada de polémicas y variantes, en función de intereses y perspectivas; así
lo demuestra Mardones (1991a), en su escrito. Al respecto, al revisar la
historia de la concepción de la ciencia, anterior al siglo XVII, se encontrará
un predominio de la idea de ciencia heredada del pensamiento griego
representada por las tradiciones Aristotélicas y Galileanas.
Para
Aristóteles (como se cita en Salgado, 2012), la ciencia es:
Conocimiento
de lo universal y de las cosas necesarias, y hay unos principios de lo
demostrable y de toda ciencia (pues la ciencia es racional), el principio de lo
científico no puede ser ni ciencia, ni arte ni prudencia; porque lo científico
es demostrable (pág. 3).
Esto
implica plena confianza en el poder de la razón, en otras palabras, se llega a
la explicación científica, de un fenómeno o hecho, apoyado en la observación del
mundo real y la abstracción de la mente humana que de manera ordenada y segura
se hacen las demostraciones, por consiguiente, es totalmente contrapuesto a la
simple opinión. Según lo argumentado por (Mardones, 1991b), Aristóteles exigía
que la causa de un fenómeno debía cubrir cuatros aspectos: la causa formal, la
causa material, la causa eficiente y la causa final, haciéndose énfasis en la
causa final, revelando explicaciones teleológicas.
Sandín
(2003a), documenta que la tradición galileana plantea un nuevo “mundo
científico” en la que se rechaza la cosmovisión teleológica de Aristóteles y
aparece una visión del mundo principalmente pragmático y mecanicista, en la que
la experiencia como fuente de conocimiento tendrá un énfasis mayor. Los
precursores de esta postura son Francis Bacon (1561-1626), quien recoge la
propensión de hechos concretos con un intento de dominar la naturaleza. Galileo
Galilei (1564-1642), de acuerdo con (Mardones, 1991c), representa “la nueva
mentalidad que cambia las explicaciones físicas cualitativas de Aristóteles por
las formulaciones matemáticas de Arquímedes” (pág. 25). Consecuentemente, la
matemática va a ser el instrumento fundamental para la explicación científica
de un fenómeno y cuyas explicaciones tomarán las formas de hipótesis causales
que vienen determinada por el análisis experimental.
Asimismo,
(Sandín, 2003b), indica que a partir del siglo XVII surgió el término idealismo
para designar la teoría platónica en la que se exponía la posibilidad de que el
hombre sólo pudiera conocer “ideas”, objetos subjetivos y privados de la mente
humana. Desde este siglo hasta la figura de Kant (1724-1804), con su actitud
filosófica denominada Criticismo, los filósofos europeos se circunscriben en
dos grandes tradiciones epistemológicas: el Racionalismo en el que figuran
pensadores continentales como Descartes (1596-1650), Leibniz (1646-1716) y
Spinoza (1632-1677) y el Empirismo representado por autores ingleses como Locke
(1632-1704), Hume (1711-1776) y Berkeley (1685-1753).
En la concepción
racionalista del conocimiento el saber está constituido por la razón, siendo
ésta el único principio y fundamento del conocimiento verdadero, porque solo
ésta produce ideas claras, universales e indudablemente ciertas. Así lo afirma
Descartes (2010), en su Discurso del Método: “despiertos o dormidos, no debemos
dejarnos persuadir nunca sino por la evidencia de la razón” (pág. 65). Usa la
matemática como modelo y la intuición intelectual como fuente de conocimiento.
En la
tradición empirista el verdadero conocimiento procede de la experiencia, dicho
de otra manera, defiende como forma de conocimiento la comprobación detallada
de los hechos mediante la observación, son los sentidos, las percepciones y las
sensaciones los medios a través de los cuales surgen las ideas en la mente.
El
mayor exponente de esta postura Locke (2005a), en el documento original de
1689, asegura que “todas las ideas vienen de la sensación o de la reflexión.
Supongamos, entonces, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco,
limpio de toda inscripción, sin ninguna idea” (pág. 36). Esto significa que la
razón humana está vacía antes de recibir la experiencia. Para (Locke, 2005b),
existen tres formas elementales de conocimiento correlacionadas con el objeto
conocido; Padrón (2014a), los expresa como “la intuición (vivencia,
introspección, comprensión), la demostración (razonamiento, argumentación,
explicación) y la sensación (captación sensorial, observación,
instrumentación)” (pág. 1).
Al
remontarnos en el siglo XIX, encontramos que Augusto Comte (1798-1857),
introduce el enfoque positivista de la ciencia para designar el conocimiento
científico en el que se pretende hacer ciencia social, histórica, económica,
entre otras. Comte (2004), en su Curso de Filosofía Positiva publicado de 1830
a 1842, plantea que el primer gran resultado de la filosofía positiva es “la
manifestación por la experiencia de las leyes que acompañan en su ejecución a
nuestras funciones intelectuales y, por ende, el conocimiento riguroso de las
reglas generales convenientes para proceder con seguridad a la búsqueda de la
verdad” (pág. 52).
En el
enfoque de Comte el verdadero conocimiento científico, que permite descubrir la
realidad de lo que se estudia, es el obtenido mediante la observación empírica,
la experimentación y la inducción dejando a un lado las concepciones teológicas
y metafísicas por no mostrar los hechos tal como son percibidos por los
sentidos. En este enfoque la verificabilidad es el criterio para distinguir las
ciencias empíricas de otros tipos de conocimientos, fundamentándose en la
tradición galileana de la ciencia, siguiendo la tipificación ideal de la física
matemática y tratando de enmarcar bajo el mismo método todo saber con
pretensiones científicas.
Adicionalmente,
el autor en referencia establece como fin de la filosofía positivista el
“resumir en un cuerpo de doctrina homogénea la totalidad de los conocimientos
adquiridos, relativos a los diferentes órdenes de fenómenos naturales” (pág.
62).
El
Circulo de Viena, en las primeras décadas del siglo XX, compuesto por los
seguidores del Empirismo de Hume, son los creadores del Positivismo Lógico,
también llamado Neopositivismo o Empirismo Lógico. Fijan su interés en
introducir, al estudio de la filosofía, métodos y precisión matemática,
fundamentando las bases que unían verdad y significado, con la finalidad de
distinguir entre lo que es ciencia y lo que no lo es. Excluyeron la metafísica,
la teoría y la ética del genuino conocimiento humano.
El
Positivismo, que imperó por más de tres siglos, no tardó en tener sus
detractores, fraguándose en el ámbito alemán una tendencia anti-positivista
denominada Hermenéutica, en el que se rechazan las pretensiones del positivismo
del monismo metodológico, del afán predictivo y causalista, la reducción de la
razón a razón instrumental y la imposición de la física-matemática como
mecanismo de toda explicación científica.
Por su
parte, los filósofos de la escuela de Frankfurt creada en 1923, comienzan a
cuestionar el Positivismo, estableciendo lo que se denominó posteriormente
Teoría Crítica, caracterizada por su conciencia crítica, valga la redundancia,
la cual apunta a que las experiencias vividas pueden estar distorsionadas por
una falsa ideología o conciencia. Asimismo, según (Martínez, 2010b), los
físicos, los psicólogos de la Gestalt, los lingüistas, los biólogos y los
filósofos de la ciencia, de la nueva racionalidad científica, mostraron su
insatisfacción con la racionalidad lineal y la necesidad de sustituir el modelo
axiomático de pensar, razonar y demostrar, donde prima un ideal
lógico-matemático, por “una lógica que diera cabida a la auténtica y más
empírica realidad del mundo en que vivimos y con el que interactuamos, de un
mundo donde existen inconsistencias reales, incoherencias lógicas y hasta
contradicciones conceptuales” (pág. 175).
Asimismo,
Popper (1902-1994), comienza a prestar atención a la problemática de las
ciencias sociales, así queda destacado en su ponencia intitulada La lógica de las
ciencias sociales. Popper (1978), manifiesta que el método de éstas radica en
ensayar las posibles soluciones a los problemas, pues el conocimiento
científico es hipotético y conjetural, en el cual el producto del conocimiento
es más un acto de invención que de descubrimiento; se realizan esbozos
arbitrarios de las teorías que requieren una comprobación y en los casos que no
se puede comprobar una hipótesis científica, no se usa la verificación sino la
falsabilidad, lo cual debe llevar al científico a rechazarlas. La inducción no
constituye una base suficientemente segura para explicar la validez de las
teorías científicas, sino que se apoya en la deducción.
La
figura de Thomas Kuhn (1922-1996), viene a dar un giro historicista en la
filosofía de la ciencia y continuado por Imre Lakatos (1922-1974), para quien
el proceso de falsabilidad no parece ni tan simple y lógico como da a entender
Popper, por lo que el diseño popperiano de conjeturas y refutaciones ha de ser
abandonado, manteniéndose criterios racionales para la sustitución o
eliminación de programas de investigación. Kuhn mostraba la inoperancia del
criterio popperiano de la falsabilidad. Enseñaba cómo funciona realmente la
ciencia, considerándola una actividad organizada, poseedora de ciertos modelos
para controlar los resultados, que dependen no sólo de factores lógicos o
intelectuales sino también de factores históricos y sociales, prestando
atención al proceso mediante el cual se obtiene el conocimiento científico.
Finalmente,
cabe destacar que el concepto de paradigma fue generalizado a partir de 1962 en
la obra de Kuhn “La Estructura de la Revoluciones Científicas”. Para Kuhn
(1962), un paradigma “son realizaciones científicas universalmente reconocidas
que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica” (pág. 13); dicho de otro modo, hace referencia a la
forma cómo los científicos conciben su área de interés, los problemas a ser
estudiados, los métodos a utilizar, entre otros; dentro de su área disciplinar.
3. Estilos
de pensamiento
Cada
ser humano tiene una forma particular de abordar la realidad, aprender,
resolver problemas, inferir, desenvolverse en su entorno o seguir ciertos
patrones que lo asemeja o diferencia de los otros. Esto se debe primordialmente
a los estilos de pensamiento, los cuales se forman antes de nacer y se va
consolidando en forma gradual en la medida en que el individuo interacciona con
su medio ambiente.
Al
conceptualizar los estilos de pensamiento, Valadez (2009), revela como aspectos
distintivos la manera en que las personas enfocan sus tareas. Dependiendo de
las situaciones que se enfrentan se manifestará un estilo determinado, por
tanto, existen diferencias en la intensidad del estilo que van de acuerdo a la
identificación de la persona con éste. Son estilos variables, en efecto pueden
modificarse a lo largo de la vida. En fin, para la autora, el estilo de
pensamiento se refiere a una capacidad o aptitud y no a una habilidad.
Por su
parte, López y Martín (2010), expresan: “los estilos de pensamiento son los
modos en que las personas prefieren utilizar las capacidades intelectuales de
que dispone” (pág. 255), es decir se relaciona en cómo se emplea la
inteligencia más que en el nivel que se tenga de ésta.
En
este ensayo se siguen los planteamientos de (Padrón, 2014b), para quien los
estilos de pensamiento representan la personalidad cognitiva, son los
responsables del modo en que vemos las cosas, las conocemos y las controlamos.
Se orientan hacia tres factores: sentidos (la observación controlada), cerebro
(el razonamiento) y corazón (las vivencias e introspecciones).
Sin
duda alguna, sentidos, cerebro y corazón coexisten en el individuo, son
inseparables, pero en cada circunstancia que se presenta, manejo de información
o resolución de problemas uno de ellos tiende a ser el que nos identifica. Al
respecto, los estilos de pensamiento son:
·
Inductivo
– Concreto: los individuos con predominio en este estilo
de pensamiento son pragmáticos, se guían principalmente por los sentidos y la
observación detallada del mundo que los rodea, ésta es la premisa para
comprobar los hechos, razón por la cual requieren el contacto directo con el
objeto de estudio.
·
Deductivo
– Abstracto: en este caso, los individuos parten de
conocimientos generales para mediante la derivación construir nuevos conceptos,
la fuente principal para lograrlo es el razonamiento, la argumentación, la
deducción. Son teóricos e idealistas, prefieren la información implícita
directamente en el objeto de estudio.
·
Intuitivo
– Vivencial: se fundamentan en el pensamiento, la
introspección, la sensibilidad para la búsqueda de soluciones, donde las
vivencias internas tienen un gran valor.
4. Enfoques
epistemológicos
El autor
anteriormente citado, documenta los enfoques epistemológicos como conocimiento
científico y la vía para producirlo, los cuales son sistemas de convicciones
del máximo nivel de profundidad cognitiva, universales, que tienen presencia en
la creación del conocimiento científico de la siguiente manera:
·
Empirismo:
denominado enfoque medicional, se basa en la inducción (experiencia controlada,
explicación). Confía en la percepción sensorial. Busca patrones de repetición
que se expresan estadísticamente.
·
Racionalismo: el
enfoque racionalista usa como método de hallazgo la deducción (modelación
lógica, explicación). Su principal postulado es la confianza en el razonamiento
puro. Persigue estructuras universales básicas amplias.
·
Vivencialismo:
también llamado enfoque experiencialista, se fundamenta en intuición
(experiencia vivida, comprensión). Fija la atención en los simbolismos
socioculturales, auxiliada por un instrumento verbalizado de opciones abiertas.
Aunque
los enfoques epistemológicos se asocian con la producción de conocimiento
científico, éstos provienen de los estilos de pensamiento, ambos se producen en
el centro holístico privilegiado del ser humano. Sobre esto, (Árraga y Añez,
2003b), afirman que “son de naturaleza cognitiva; es decir, son procesos
mentales que tienen lugar en el cerebro” (pág. 36), quien se encarga de
procesar la información, gestionarla y resolver problemas.
La
relación entre estilos de pensamiento y enfoques epistemológicos viene dada por
diversos aspectos, por ejemplo, el foco de atención, las formas de abordar la
realidad el canal que se utiliza para el contacto con la realidad, el lenguaje
predominante, el objeto de estudio, entre otros.
La
tabla 1, muestra las relaciones básicas entre los estilos de pensamiento y los
enfoques epistemológicos considerados en este ensayo.
Tabla
1. Relaciones
entre los estilos de pensamiento y enfoques epistemológicos.
VÉASE EN LA VERSIÓN ORIGINAL
Fuente:
Adaptación Basada en Árraga y Añez (2003) y Padrón (2014).
Tal como
se indicó en el primer apartado, los filósofos de la ciencia se han suscrito,
según la fuente del conocimiento de una investigación, a dos tradiciones
epistemológicas: Racionalismo y Empirismo. Del mismo modo, se presentan dos
distinciones ontológicas orientadas a la forma y la naturaleza de la realidad,
tomando en cuenta el papel que cumple el sujeto que investiga ante el objeto
investigado o realidad estudiada. Estas son Idealismo y Realismo.
En el idealismo
la realidad es una idea, se basa en la comprensión e interpretación del objeto
de estudio como el resultado del pensar; prevalece la vivencia y la
interacción. El realismo, como postura antagónica al idealismo, condiciona el
pensar, por tanto, la realidad es independiente de nuestra conciencia,
predomina lo que percibimos mediante los sentidos. Se fundamenta en la
explicación; mediante la experiencia se llega al conocimiento.
A
partir de estos criterios de la relación sujeto-objeto y la fuente de
conocimiento, (Padrón, 2014c), considera pueden refinarse 4 enfoques
epistemológicos bien diferenciados, con la consolidación de pares conceptuales
Empirismo/Racionalismo y Realismo/Idealismo. En la tabla 2 se puede observar
cómo se cruzan las distinciones ontológicas y epistemológicas Empirismo -
Idealismo, Empirismo - Realismo, Racionalismo - Idealismo, Racionalismo -
Realismo, para formar otros enfoques.
Tabla
2. Enfoques
epistemológicos.
VÉASE EN LA VERSIÓN ORIGINAL
Fuente:
Padrón (2014)
4.1. Enfoque
Vivencialista-Experiencialista: el sujeto, a través del
trabajo de campo, tiene un papel protagónico en la obtención de la información
sobre lo que desea conocer. De este modo, investigador y objeto de estudio
están relacionados de forma interactiva e inevitablemente pueden ser
influenciados, en consecuencia, los resultados estarán mediados por los valores
del investigador. Habermas (1986), en su trabajo Ciencia y Técnica como
Ideología, documento original de 1968, demuestra la imposibilidad de que la ciencia
sea una actividad libre de valores e intereses frecuentemente confrontados.
En la
intersección, de la tabla 2, Empirismo/Idealismo; la metodología es dialógica y
dialéctica, ya que la naturaleza transaccional de la investigación requiere un
diálogo entre el sujeto y el objeto estudiado, el cual debe tener una esencia
dialéctica para transformar lo desconocido y lo errado en conocimiento,
entendiendo las acciones necesarias para efectuar el cambio ante el problema
que pretende solucionar. En este enfoque entrarían los trabajos de corte
etnográfico, investigación-acción participante, etnometodológicos, diseños de
convivencia, entre otros.
4.2. Enfoque Empirista-Inductivista: el
investigador confía en la percepción sensorial y persigue patrones de regularidad,
a través del trabajo de campo, busca medir, explicar, controlar, predecir.
Supone la existencia de una realidad aprehensible impulsada por leyes y
mecanismos naturales inalterables. Sujeto y objeto de estudio son entidades
independientes, en consecuencia, no deben ser influenciados uno por el otro;
alguna influencia, en cualquiera de las dos direcciones, amenaza la validez de
la investigación. Adicionalmente, su metodología es experimental y manipuladora
en el sentido que las hipótesis o preguntas planteadas se presentan como
proposiciones sujetas a una prueba empírica para su verificación. El ejemplo
histórico que dominó la ciencia por largo tiempo fue el Positivismo.
4.3. Enfoque Vivencialista-Interpretativista: en este enfoque basado en
la racionalidad, como fuente de conocimiento, el significado no se descubre,
sino que se construye; emerge a partir de la interacción con la realidad y se
apoya en experiencias específicas, las ideas o representaciones mentales
variadas e intangibles, que dependen de los individuos o grupos que
interactúan. Se contrasta con el interpretativismo de manera que se busca
comprender y cuestionar al mismo tiempo. Del mismo modo que el enfoque del
cruce Empirismo-Idealismo, el investigador y lo investigado están vinculados interactivamente
de forma tal que los hallazgos están influenciados, por lo tanto, entra en
juego los consensos intersubjetivos y validación activa de quienes producen el
conocimiento mediante un intercambio dialéctico. Un ejemplo histórico es la
Teoría crítica.
4.4. Enfoque Racionalista-Deductivista: se
fundamenta en la razón pura, el acceso al conocimiento, su producción y
validación están vinculadas a la construcción de abstracciones que revelan el
comportamiento de los hechos (materiales y humanos), los trabajos de campo no
se descartan, pero se apoya primordialmente en la interpretación y en los
sistemas de razonamiento que van de lo general a lo particular (deducción) con
modelaciones lógico-matemáticos. El falsacionismo es uno de los ejemplos históricos
de este enfoque.
5. Reflexiones
finales
En la
resolución de problemas de la vida cotidiana y gestión de la información, los
estilos de pensamiento son el principal protagonista, ya que son parte inherente
al ser humano. Aunque existen diversas clasificaciones de los estilos de
pensamiento, aquí se siguió la sugerida por José Padrón, en la que convergen
cerebro, sentidos y corazón; que dependiendo de las circunstancias puede
predominar uno de los tres estilos: Inductivo – Concreto, Deductivo –
Abstracto, Intuitivo – Vivencial.
Ahora
bien, en el ámbito de la investigación y la ciencia se habla de enfoques
epistemológicos los cuales tienen correlación con los estilos de pensamiento,
por lo tanto, han existido siempre: desde que el hombre es hombre y la ciencia
es ciencia, pues son el sustento de cualquier revolución científica que se ha
dado en el transcurso de la historia.
Desde
cierto punto de vista, existen al menos tres enfoques epistemológicos amplios y
universales, a saber, el enfoque medicional, el enfoque experiencialista y el
enfoque racionalista, los cuales se han disputado a lo largo de la historia el
control de lo que es o no la ciencia. Sin embargo, haciendo un cruce entre las
distinciones ontológicas y las distinciones epistemológicas se refinan cuatro
enfoques: Vivencialista - Experiencialista, Empirista - Inductivista,
Vivencialista - Interpretativista, Racionalista - Deductivista.
El
breve recorrido por el pensamiento de algunos autores relevantes de la historia
de la ciencia, presentados en este ensayo, nos conduce a señalar que, gracias a
los estilos de pensamientos y enfoques epistemológicos, no hay una única teoría
que cumpla con todos los requisitos necesarios para hacer ciencia, por el
contrario, existen múltiples formas de abordar y solucionar problemas, así como
posturas, perspectivas o metodologías.
Cada
postura tiene sus seguidores y detractores, pero esto da la posibilidad de
producir nuevas alternativas para la explicación científica que no se
fundamenten exclusivamente en lo causal, teleológico o hermenéutico sino por el
contrario se abren caminos para la complementariedad en beneficio de la
obtención de conocimiento científico a través de concreciones metodológicas
justificadas que respondan a los requerimientos de credibilidad, confiabilidad
y cuestionamiento de los resultados.
Finalmente,
ante las controversias dilucidadas, en torno al debate epistemológico, sobre
cuáles son las mejores vías y perspectivas para hacer ciencia, es conveniente
que en un trabajo de investigación se identifiquen las convicciones donde se
sitúa una determinada búsqueda. El definir este marco epistemológico, es un
elemento clave para analizar y evaluar tanto el proceso de investigación como la
representación documentada de los resultados para facilitar la estimación de la
calidad de investigación, en virtud de que toda investigación adquiere un valor
en el contexto del sistema de creencias en el que ha sido planteado, más que
dentro de imposiciones de las revoluciones científicas (Paradigmas) que
establecen esquemas supuestamente indiscutibles y universales.
6. Referencias
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estilos de pensamiento. Encuentro Educacional. Vol. 10. N° 1, págs. 23-37.
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Jaramillo, L. (2003). ¿Qué es Epistemología? Mi mirar epistemológico y el progreso de la
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Maryianela
del Carmen Maita Guédez
e-mail: mmaita@ula.ve; maryianelamaita@gmail.com
Nacida en el estado Barinas,
Venezuela. Licenciada en Educación Mención Informática y Matemática egresada de
la Universidad Católica del Táchira (1996). Tiene una Maestría en Matemática
mención Educación Matemática de la Universidad Nacional Experimental del
Táchira (2005). Doctoranda en Ciencias Gerenciales de la UNEFA Táchira. Trabaja
como profesora en la Categoría Asociado de la Universidad de Los Andes Núcleo
Universitario “Dr. Pedro Rincón Gutiérrez” Táchira, en el departamento
Computación e Informática. Ha publicado su experiencia docente y de
investigación en diversas revistas arbitradas. Actualmente acreditada en el
Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación (PEII).
El
contenido de este manuscrito se difunde bajo una Licencia de Creative Commons
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Versión Original -
DOI:
https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.7.19.374-393