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La Cultura de Paz desde una Perspectiva Transdisciplinar

 

Autora: Nahir Josefina Rodríguez De Betancourt

Universidad Fermín Toro, UFT

nahir.rodriguez182@gmail.com

Barinas, Venezuela

 

Resumen

Diversos investigadores, tales como:  Fisas, Truvilla, UNESCO, entre otros, coinciden en señalar la importancia de la Cultura de Paz, que es un proyecto humano de mucha envergadura y es una vía para conseguir una armonía entre las localidades de cada nación. El presente ensayo se enfoca en la Cultura de Paz desde una Perspectiva Transdisciplinar. Dicho ensayo, es de carácter orientador e informativo con sustento documental. El propósito del mismo consiste en efectuar un abordaje al tema sobre la importancia que tiene la Cultura de Paz, como mecanismo para fomentar en los individuos el respeto por la vida, la armonía entre las personas, la seguridad, la pertinencia con la sociedad y por ende el recate de valores tales como solidaridad, respeto, amor, trabajo, convivencia, entre otras interacciones. Igualmente, una cultura que echa por tierra elementos que tengan que ver con la violencia, el maltrato entre pares, la discriminación y la preferencia de religiones. Al contrario, se quiere la consolidación de la hermandad, la justicia, la libertad y la democracia en la resolución de problemas o conflictos en la institución escolar, la familia y la comunidad.

 

Palabras clave: cultura; paz; consolidación de la paz.

 

Fecha de Recepción: 18-11-2017

Fecha de Aceptación: 17-02-2018

 

 

The Culture of Peace from a Transdisciplinary Perspective

 

Abstract

Several researchers, such as: Fisas, Truvilla, UNESCO, among others, agree on the importance of the Culture of Peace, which is a human project of great importance and is a way to achieve harmony between the localities of each nation. This essay focuses on the Culture of Peace from a Transdisciplinary Perspective. Said essay is of a guiding and informative nature with documentary support. The purpose of this is to address the issue of the importance of the Culture of Peace, as a mechanism to promote in individuals respect for life, harmony among people, security, relevance to society and for in this way, the redemption of values ​​such as solidarity, respect, love, work, coexistence, among other interactions. Likewise, a culture that defeats elements that have to do with violence, peer abuse, discrimination and the preference of religions. On the contrary, we want the consolidation of brotherhood, justice, freedom and democracy in the resolution of problems or conflicts in the school, the family and the community.

 

Keywords: culture; peace; peacebuilding.

 

Date Received: 18-11-2017

Date Acceptance: 17-02-2018

 

 

1. Introducción

  La temática de la violencia ha sido objeto de discusión en diferentes esperas abordadas como discusión internacional en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO (1998a) y la Organización Panamericana de la Salud, OPS (2002), señalando: “la violencia como un problema de salud pública que limita el desarrollo social y económico de las sociedades” (pág. 3). Los autores refieren que la violencia se enmarca en un problema de salud pública obstaculizando el bienestar de los ciudadanos y en pro del aumento social y económico de los mismos.

 

  Para Ortega y Gasset, citado por Fisas (1998), manifestaron: “El enorme esfuerzo que es la guerra sólo puede evitarse si se entiende por paz un esfuerzo mayor… si la guerra es una cosa que se hace, también la paz, es una cosa que hay que hacer, que hay que fabricar” (pág. 9). Desde lo planteado por el autor, hace alusión a la semejanza que existe entre la guerra y la paz, dado que ambas tienen que buscar las causas y las consecuencias que las generan; por lo tanto, requieren de acciones que inciden en reforzar las actitudes de cambio de conducta hacia la disminución de la guerra y fortalecer la paz en los individuos; tomando en cuenta sus emociones, derechos y bienestar.

 

  La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO (1998b): definió los conceptos de “cultura de no violencia” y “cultura de paz”, como: “Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida” (pág. 2). Esto refiere que, la cultura de paz permite fortalecer en las personas actitudes hacia una convivencia sana, con valores de tolerancia, amor, igualdad, solidaridad y respeto hacia cada uno de los sujetos que se encuentran en un contexto. Además, busca el fomento de la plena armonía, engrandecimiento de espíritus de entendimiento y cooperación mutua en los entes comunitarios, familiares y escolares que hacen vida activa en un contexto determinado, es decir, se refleja a nivel local, regional, nacional y mundial. Al respecto, Tuvilla (2004), plantea:

La educación para la cultura de paz se define como el proceso global de la sociedad, a través del cual las personas y los grupos sociales aprenden a desarrollar conscientemente en el interior de la comunidad nacional e internacional y en beneficio de ellas, la totalidad de sus capacidades, actitudes, aptitudes y conocimientos para conseguir cada una de las metas que conforman la Cultura de Paz (pág. 11).

       

  Interpretando al autor, la cultura de paz representa el proceso universal de toda sociedad en la cual los individuo y colectivo internalizan, interpretan y reflexionan el desarrollo de la comunidad. Igualmente, consolida las potencialidades, cualidades, capacidades y sapiencia que globalizan al individuo en la cultura de paz. Por lo tanto, en ella se generan u originan los valores de tolerancia, amor, respeto, solidaridad, entre otros en el comportamiento diario de los seres humanos.

 

2. Desarrollo

  La cultura de paz defiende la justicia y la igualdad en todos los seres humanos en comunidades indígenas, en individuos que se encuentran refugiados y en localidades lejanas; es por lo que la UNESCO incorpora programas culturales que incorporan el fomento de la diversidad cultural y religioso, es decir el encuentro entre las culturas. También, alienta a personas y artistas que pongan su talento al servicio de la paz. Aun así, y a pesar de que el hombre posee la capacidad de generar conocimientos, conversatorios y mediar a través de la palabra, sigue cultivando una pedagogía vengativa cuando hay discriminación hacia la pobreza y donde se ha dado prioridad al aspecto económico: territorios anexados, o aliados, mercados y fuentes estratégicas de energía para garantizar en el tiempo el dominio imperial.

 

  Es por ello, que cuando se indaga sobre la paz, se conduce a profundizar el pensamiento del bienestar de las comunidades, sus intereses, inquietudes, necesidades que son primordiales en el desarrollo humano; generando la valorización de la cultura, el comportamiento y cambios de actitudes; sin olvidar que el hombre desde su llegada al mundo ha pasado por diversos cambios como sociales, culturales, educativos, tecnológicos, entre otros.

 

La condición necesaria para crecer en las dimensiones más humanas es afrontar y resolver positivamente los conflictos que plantea la vida y es la aceptación plena de una de las características constitutivas de la dinámica de mejora de las personas y de las sociedades. Para ello se requiere fortalecer y potencial en los sujetos una cultura de paz que acceda la interacción, armonía, mediación, negociación y empatía en la resolución de conflictos.

 

Actualmente han surgido distintos problemas y uno de ellos es la ausencia de tolerancia ante situaciones de conflictos inherentes a las relaciones humanas, la cual se apoya en primer plano en la familia como ente principal difusor o como principal ente de convivencia. En las familias se fortalecen determinados valores; teniendo la responsabilidad de sus integrantes la construcción y profundización de los mismos. Sin embargo, la escuela, también tiene inherencia en la trasmisión de dichos valores a los autores y actores del hecho educativo; promoviendo, fortalecimiento, y motivando a través de acciones que incidan en los cambios de actitud y de conocimientos.

 

De esta manera, la escuela se inserta en los tiempos posmodernos, violentos y de cambios acelerados, que demandan la efectividad de la cultura de paz de vivir en armonía, sana paz, convivencia pacífica y eficiente con todos los integrantes de la escuela, familia y comunidad. Forjar una cultura de paz es una motivación. La idea de enseñar la no violencia en la escuela es tarea ardua tomando en cuenta la atmósfera competitiva y de enfrentamientos políticos, las mismas pueden inducir al animo a la competencia tanto individual como colectiva. Es por lo que la participación, mediante el diálogo pacífico para el entendimiento, es necesaria para la educación de este siglo. Se trata, de enseñar a convivir desde los principios de justicia y reglas de participación ciudadana, porque creemos en la democracia.

 

La violencia puede provenir de los conflictos; indicando que una guerra no representa un conflicto; analizando que la cultura de paz no necesariamente debe ir en contra de la guerra o violencia, en otras palabras, no se puede acceder a la violencia o a la agresión. Es allí la importancia del ideal de la transdisciplinariedad que busca la interrelación de los individuos a través de la sinergia, vinculación con la realidad en cuanto al pensamiento, emociones, percepción, valoración, todo o esto en beneficio de un colectivo.

 

En orden y dirección, la transdisciplinariedad se encuentra inmersa en una lógica del razonamiento en la cual se interpretan y analizan las partes de un todo y viceversa el todo de las partes, dirigido hacia una significación de las cosas que se encuentran en un contexto determinado. Dicho razonamiento rebasa lo lineal y vertical; exponiendo los pensamientos abiertos, flexibles e interconectados con los acontecimientos que son recurrentes, sin embargo, representa una definición importante porque el enfoque transdisciplinario enfatiza en la representación de extravagancias o contrates en el conocimiento con el propósito de generar imágenes que se acerquen más a la realidad estudiada, sus causas, consecuencias y orígenes.

 

Con respecto al ámbito social donde se desenvuelve el individuo, amerita de paradigmas emergentes que lo conduzca a una formación integral ajustadas a la realidad y a los nuevos tiempos que viven los ciudadanos de la mano con los avances tecnológicos, la crisis ambiental, problemas entre los individuos, los intereses sociales, educativos, financieros, políticos, entre otros que padecen en una sociedad; por lo tanto se buscan transformaciones que incidan en la cultura de paz y por ende el fortalecimiento familia-escuela-comunidad.

 

De allí que, lo transdisciplinar conduce a un conjunto de saberes, interpretación e interacción del conocimiento que posee un individuo; conduciendo a la reflexión como línea principal en el movimiento transdisciplinario cuyo objetivo fundamental está enmarcado accionar desde la evolución universal. Se trata de comprender el pensamiento complejo y transdisciplinar en las organizaciones o comunidades. Al respecto, Nicolescu, citado por Carmona (2004), expone:

La transdisciplinariedad, por su parte, alude a otras áreas o dimensiones en el mundo del conocimiento, una lógica y una metodología, no es una nueva disciplina, concierne sólo a lo que está a la vez entre las disciplinas y a través de las disciplinas, y aún más allá de las disciplinas. Según lo formula este investigador, el modo de conocimiento transdisciplinario emana como un requerimiento de la sociedad, ligado directamente a lo social, a la educación, a lo ecológico, al manejo de empresas, arquitectura urbana; donde el análisis crítico y las posibles soluciones necesitan del regreso de la fuerza del sujeto en la producción del conocimiento para la educación que queremos (pág. 1).

 

El autor refleja la transdisciplinariedad y apunta hacia áreas en las que inmersa el conocimiento de la lógica y lo metodológico, es decir, envuelve los modos de pensamiento más allá de los requerimientos de una sociedad, sino al contrario va entrelazado con lo educativo, ambiental, social, económico, cultural y político; aplicando la sociedad del conocimiento en la resolución de conflictos presentados en un ámbito en particular. 

 

En este orden de ideas, una de las teorías que sustenta la transdisciplinariedad se encuentra la teoría social postmoderna. La misma plantea que la cultura postmoderna presenta que no se comparte la idea de que el hombre pueda ser violento, por naturaleza ni que sea bueno o pacífico, ni que sea la sociedad la que lo corrompe, sino algo intermedio que es neutral; es decir, para la escuela como organización social compleja, el principal objetivo será manejar la tensión entre el sentido social que enseña la escuela y la libertad individual que se promueve en ella.

 

  Otra de las teorías es la humanística, la cual sugiere un nuevo modo de pensar y de producir conocimiento, que integre, respete y sostenga todos los saberes que contribuyen al desarrollo de los docentes, no sólo como personas sino como seres que forman parte y que están inseparablemente vinculados a un territorio común, y que viajan en la misma nave planetaria. Además, que la educación genere cambios significativos en el nivel intelectual de los individuos, es decir, se fortalezca una cultura de paz positiva en la cual se formen en ambientes armónicos, bienestar social, vida activa, autoestimas efectivas, revalorización de los valores, críticos y reflexivos.

 

  De igual manera, otra de las teorías es la Teoría de las Necesidades Humanas de Maslow, citado por Castillo (2008): quien plantea que las necesidades insatisfechas ocasionan un descontento en los sujetos. Las necesidades humanas básicas han de ser satisfechas y entre estas necesidades se presenta construir una cultura escolar de paz fundamentada por el fortalecimiento del diálogo en la escuela, familia y comunidad, como elemento transformador de la misma y como medio de mediación de conflictos.

 

3. Conclusiones

Se aprende a ser violento/a se puede reaprender a ser seres pacíficos y a vivir en comunidad; planificando y ejecutando diversos foros educativos y programáticos en varios sectores de la comunidad para el readiestramiento en iglesias e instituciones educativas.

 

No obstante, hacer campañas en la promoción de la cultura de paz; reforzando los valores de convivencia, solidaridad, cooperación, amor, trabajo y honestidad, entre otros; desarrollando las relaciones paterno-filiales y matrimoniales sanas, que fomentan el desarrollo de una sociedad libre de violencia; es por lo que la restauración de la familia es la clave para eliminar la violencia.

 

Por lo tanto, los padres, las madres o las personas encargadas que tienen hijos o hijas de edad escolar que participen en la escuela a la cual asisten sus hijos a través de los talleres del programa escuela para padres; elaborando y ejecutando proyectos relacionados al tema de la injusticia debido a que reduce al ser humano en sus actos, en sus alcances y en sus potencialidades. Cuando la justicia es la gran ausente en las relaciones humanas y sociales, la paz se deteriora.

 

De allí, establecer alianzas estratégicas con la gobernación del Estado, alcaldías, autoridades educativas del Estado, Universidades públicas y privadas y otros organismos activos en la promulgación, difusión y fortalecimiento de la cultura de paz, el bienestar social y calidad de vida, como elementos importantes para mediar la crisis económica, social, educativa y cultural.

 

Finalmente, crear mesas de trabajo para debatir si la idea de que la felicidad se alcanza por medio de la autorrealización del individuo conllevando al ser humano a ser insensible ante los reclamos de los demás. La misma puede ser abordada con reuniones permanentes, foros, seminarios, cine-foro comunitario, eventos deportivos y culturales. Esto permitirá el fortalecimiento, acercamiento e integración de los padres, madres, representantes al proceso educativo.

 

4. Referencias

Castillo, R. (2008). Teoría de las Necesidades Humanas. México: Trillas, págs. 15-17.

 

Carmona, M. (2004). Transdisciplinariedad: Una propuesta para la Educación Superior en Venezuela. Revista de Pedagogía, 25(73), 59-70. Recuperado de: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-97922004000200007

 

Fisas, V. (1998). Cultural de paz y gestión de conflictos. Barcelona: Icaria-Antrazyt / Ediciones UNESCO, págs. 9-15. ISBN UNESCO: 92-3-303499-2, ISBN Icaria: 84-7426-357-3. Recuperado de:  https://books.google.co.ve/books?id=s_uQ6gFE4mYC&pg=PA9&lpg=PA9&dq

 

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO (1998a,b). Declaración y Programa de Acción por una cultura de Paz. Resolución Adoptada por la Asamblea General A/RES/52/13. [sin referencia a un Comité Principal (A/52/L.4/Rev.1 y Add.1)]. Recuperado de: http://www.um.es/paz/resolucion2.html

 

Organización Panamericana de la Salud (2002). Informe mundial sobre la violencia y la salud: Resumen. Washington, D.C.: OPS. Publicado en Español por la Organización Panamericana de la Salud para la Organización Mundial de la Salud. ISBN: 92-75-32422-0, págs. 4-6.  Recuperado de: http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf

 

Tuvilla, J. (2004). Cultura de Paz y Educación. Manual de paz y conflictos. España: Universidad de Granada. ISBN: 84-338-3087-2, págs. 387-426. Recuperado de: http://ipaz.ugr.es/wp-content/files/publicaciones/ColeccionEirene/eirene_manual/Cultura_de_Paz_y_Educacion.pdf

 

 

Nahir Josefina Rodríguez De Betancourt

e-mail: nahir.rodriguez182@gmail.com

 

Nacida en Sanare, estado Lara, Venezuela. Bachiller en Ciencias en el Ciclo Técnico José Antonio Páez, estado Portuguesa, profesora en Educación Integral en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio, núcleo académico Barinas, posgrado en Educación Comunitaria Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio, núcleo académico Barinas, Doctorante en Ciencias de la Educación de la Universidad Fermín Toro (UFT). Trayectoria profesional: docente fijo del Ministerio del Poder Popular para la Educación y actualmente se desempeña como Jefe de Registro, Control y Evaluación de Estudios en la Escuela Técnica Comercial Nacional “José Leonardo Chirino”, del municipio Barinas.

 

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DOI: https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.8.19.350-360