Responsabilidad y
Solidaridad Social como Valores de la Cultura Organizacional en las Escuelas
Venezolanas
Autoras: Eva Pasek De
Pinto
Universidad Nacional Experimental
Simón Rodríguez, UNESR
Trujillo, Venezuela
Rina Desireé Colina Matos
Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”, UNERMB
Trujillo, Venezuela
Resumen
El clima de convivencia conflictivo y hasta hostil de
muchas escuelas conforma una cultura donde prevalecen valores contrarios a los
declarados en la visión y misión. Por eso, el objetivo del estudio fue
describir la responsabilidad
y la solidaridad social como valores de la cultura organizacional en las
escuelas venezolanas. Metodológicamente fue una investigación descriptiva con diseño de campo. La
población fue de 200 sujetos y la muestra de 74 miembros del personal directivo,
docente, administrativo y de apoyo ambiental de tres escuelas. Para recabar la información sobre
las variables responsabilidad y solidaridad social se aplicó un cuestionario
válido y confiable (79,7%, alfa de Cronbach). Como resultado se encontró evidencia empírica de que
el 69% del personal es responsable y el 40% es solidario. En conclusión, la
práctica de los valores organizacionales no es ideal ni generalizada pues se
practican solo algunos de sus aspectos, aunado a que no los practica todo el
personal. La escasa solidaridad dificulta una convivencia sana, el éxito y la
excelencia de las instituciones.
Palabras
clave: cultura de
trabajo; responsabilidad; solidaridad social.
Fecha de Recepción: 09-08-2017 |
Fecha de Aceptación: 06-11-2017 |
Responsibility and Social Solidarity as Values of Organizational Culture
in Venezuelan Schools
Abstract
The
controversial and even hostile climate of coexistence of many schools formed a
culture where prevailing values contrary to the stated vision and mission.
Therefore, the objective of the study was to describe the responsibility and
social solidarity as values of organizational culture in Venezuelan schools.
Methodologically, it was a descriptive research with field design. The
population was 200 subjects and sample of 74 members of staff managerial,
teaching, administrative and environmental support of three schools. To gather
information about the variables responsibility and social solidarity a valid
and reliable questionnaire was applied (79.7%, alpha of Cronbach). As result it
was found empirical evidence that 69% of the staff is responsible and 40% is
solidarity. In conclusion, the practice of organizational values is not ideal
or generalized because only some of its aspects are practiced in addition that
not all the staff practice them. Low solidarity makes it difficult the
coexistence, for the success and excellence of institutions.
Keywords: culture
of work; responsibility; social solidarity.
Date Received: 09-08-2017 |
Date Acceptance: 06-11-2017 |
1.
Introducción
El éxito de una organización depende de su
capacidad para saber utilizar los valores de la sociedad global como apoyo para
las normas que desea implantar. Con esta conducta obtiene un alto grado de
adhesión del personal a la filosofía que ella propone, expresada en su visión,
misión y valores. En ese sentido, la cultura organizacional está constituida
por un complejo conjunto de condiciones de trabajo que abarca valores,
tradiciones, políticas, supuestos, comportamientos y creencias que en gran
medida son compartidos por un grupo humano, se manifiesta fundamentalmente en
el lenguaje y los comportamientos de lo que se hace y se piensa en una
institución, empresa u organización y dando a sus miembros sentido de
pertenencia e identidad (Rodríguez, 2009). Por su parte, López (2005): considera que los
valores organizacionales son valores compartidos, consisten en ser el cimiento
de la organización y generan beneficios para las personas y empresas que los
aplican.
Los valores organizacionales envuelven el conjunto
de creencias que una organización tiene sobre su quehacer diario; son el fuerte
soporte de la cultura organizacional, inspiran y dan marco a la misión, visión
y objetivos de la institución; han de internalizarse de tal manera que se
manifiesten y sean tangibles en la actividad diaria de cada uno de los miembros
de una organización. En consecuencia, guían la actividad humana en todas sus
manifestaciones y por eso se espera que todos los miembros de la organización
unan sus valores personales con los organizacionales, conformando un clima
armonioso y exitoso.
Sin embargo, la sociedad en su conjunto
viene atravesando, según Briceño (2016a): una crisis de valores que, de alguna
manera, es ocasionada por la adquisición de algunos antivalores y afecta
distintos ámbitos, entre ellos, la educación y sus instituciones. Con relación
a esto, Spluga (2015): habla de la existencia en Venezuela de una crisis de
valores en los espacios escolares, en los actores del proceso educativo,
además, de la ausencia de alianzas estratégicas fundamentadas en los valores
organizacionales que permitan lograr objetivos comunes.
En este orden de ideas, las
investigadoras pudieron observar que en las instituciones objeto de este
estudio, los trabajadores coinciden en reconocer que el director ejerce un
control excesivo sobre ellos a través de la férrea vigilancia, lo que genera
presión en el personal, evitando el trabajo armónico y propiciando conflictos.
No se favorece un encuentro dialógico respetuoso entre el personal directivo y
los empleados, en consecuencia, la comunicación es poco asertiva, inoportuna y
no llega a todo el personal. Los docentes, así como el resto del personal,
manifiestan que en escasas ocasiones se les muestra valoración como miembros
fundamentales de la institución y, especialmente, su participación en el
proceso educativo del estudiantado.
La difícil situación parece
tener como causa la poca práctica de los valores organizacionales preceptuados
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999a) y
plasmados en la visión y misión de las instituciones educativas bolivarianas,
así como una insuficiente identificación con los valores institucionales. En
torno a esta idea, Nieves (2016), en un estudio en el área de salud, encontró
que existe una escasa relación e identificación con los valores y principios
corporativos entre los trabajadores de la salud en nuestro país, estudio que
viene a colación ya que, en ambos casos, se trata de instituciones públicas
venezolanas.
Con base en la exposición anterior y el hecho de que en
muchas organizaciones escolares hay manifestaciones de conflictos que alteran
la coexistencia pacífica y armónica, dando paso incluso a situaciones de
violencia (Coronado, 2016): en este estudio se pretende determinar los valores
organizacionales que practica el personal de las Escuelas Bolivarianas Padre
Blanco, Barrio Nuevo, Monseñor Lucas Guillermo Castillo del Municipio Valera,
Edo. Trujillo.
Para dar respuesta al objetivo
se diseñó una investigación descriptiva de campo aplicando un cuestionario
válido y confiable a una muestra de directivos, docentes, administrativos y
personal de apoyo ambiental. Sus resultados se ofrecen en esta comunicación
organizada en cinco apartados: introducción, bases teóricas, metodología,
resultados y conclusiones.
2. Bases
Teóricas
2.1. La
Cultura Organizacional y sus Valores
Los expertos en el tema de la cultura
organizacional coinciden en concebir los valores organizacionales como
creencias y principios que se relacionan con las actividades propias de una
organización, teniendo como meta principal lograr el bienestar de todos sus
miembros. Por eso se construyen a partir de la visión y la misión de la
organización y a través de los cuales se busca lograr en los miembros el
sentido de pertenencia.
Los valores organizacionales nacen de los aportes
de cada persona en el marco de las relaciones en un espacio laboral, pues
ellos, según Jiménez (2010a:13): “son parte de nuestra identidad como
personas”, por tanto, se corresponden con aspectos intrínsecos de cada
individuo, como por ejemplo la responsabilidad, la honestidad, las creencias,
conductas asociadas a la moral; aspectos estos que se transforman en normas que
facilitan la adaptación al medio. Por tanto, en los valores organizacionales
subyace la filosofía de la organización y los directivos tienen como tarea
aclarar el sistema de valores que la impregna, enunciando explícitamente
aquellos que deben moldear el comportamiento de todo el personal (Andrade,
2005).
El sistema de valores de una cultura organizacional
tiene sentido cuando son compatibles con la misión, objetivos, políticas y
estrategias organizacionales para contribuir al éxito y a la excelencia
organizacional. En ese sentido, se constituyen en sus pilares, facilitando y
garantizando tanto la integración como el crecimiento de los individuos que la
constituyen. Al respecto, Jiménez (2010b), recalca que:
…es muy
beneficioso invertir tiempo y esfuerzo en fomentar que cualquier organización
tenga una cultura basada en valores compartidos que se ponen en práctica todos
los días a través del comportamiento cotidiano de todos sus integrantes (o la
mayoría). Los valores cumplen un papel importante en la eficiencia y la
efectividad de las organizaciones. (pág. 18).
Luego, puede decirse que éstos son el elemento
clave en la cultura organizacional y son construidos en colectivo a partir de
las creencias, comportamientos, actitudes, valores personales de cada uno de
los integrantes de la organización. Pero, es evidente que unos se destacan
sobre otros en el mundo de las organizaciones, unos son más promovidos por
líderes y gerentes en pro de los objetivos de la organización.
Autores
como Jiménez (2010c), Terry (2010), Robbins y Coulter (2006), García y Dolan
(2003): consideran que toda empresa culturalmente estructurada debe tener
valores o principios compartidos; asociados a su visión: Hacia dónde va la
organización; y los valores asociados a su misión: Razón de ser, el para qué.
Entre otros, cabe mencionar los valores morales como la honestidad, responsabilidad,
lealtad, respeto y solidaridad; valores de competencia como cultura, estética,
iniciativa, trabajo en equipo, liderazgo, impacto e Influencia, desarrollo de
otros, crecimiento mutuo, calidad y comunicación.
2.2. Escuelas Bolivarianas de Venezuela
Las Escuelas Primarias Bolivarianas se iniciaron en el año
1999, con carácter experimental hasta el 2007, cuando el MPPE institucionaliza
el subsistema de Escuelas Bolivarianas y establece su misión y visión:
- Misión: Coordinar, planificar,
orientar, revisar y evaluar la ejecución de los planes, programas y proyectos
del nivel de educación primaria desde la planificación del proyecto educativo
integral comunitario y los proyectos de aprendizaje, con el fin de brindar
orientación técnico- pedagógica al personal directivo y docente y contribuir en
la gestión institucional-comunitaria, para garantizar la formación integral de
niños y niñas.
- Visión: Crear espacios para el
abordaje de la práctica pedagógica dentro del proceso curricular, su viabilidad
y su posterior aplicación en las instituciones educativas del nivel de
educación primaria, para el cumplimiento consciente de las políticas públicas
educativas fundamentadas en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CRBV, 1999b), entre otros que puedan cubrir las tareas de
investigación, orientación, innovación, producción, sistematización, entrega y
compromiso hacia el logro de una formación integral de los niños, niñas y
adolescentes acorde a la demanda de la sociedad actual.
2.3. Valores
Organizacionales de las Escuelas Bolivarianas
Según MPPE (2007a): los
valores que fundamentan las escuelas están plasmados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Entre los más resaltantes para cumplir su
misión y visión están:
2.3.1.
Responsabilidad. La responsabilidad es un valor que implica la
obligación de rendir cuentas, dignifica a una persona o entidad. Por lo cual Trujillo (2004a): la define como la
obligación de asumir las consecuencias de los actos que cada persona realiza.
En ese sentido, la responsabilidad es un valor moral que impulsa al individuo a
dar respuesta a sus deberes y derechos. El valor responsabilidad es entendido,
entonces, como la tendencia de la personalidad a actuar en coherencia con el
sentido del deber ante sí mismo y la sociedad, como una necesidad interna que
es fuente de vivencias positivas y se realiza independientemente de la
obligación externa, a partir de la comprensión de su necesidad. Implica el
compromiso con la calidad de las tareas, vencer los obstáculos para llevarlas a
sus últimas consecuencias.
2.3.2.
Solidaridad social. La solidaridad social involucra la ayuda humanitaria al otro y conduce
hacia una cultura de paz. Para Romero (2014a:56): la solidaridad
“no se agota en el uno mismo, la solidaridad es alteridad en estado puro,
siempre es hacia otro”. La solidaridad social, bien entendida, empieza allá
donde se acaba el yo y empieza el tú; es una relación horizontal entre personas
que constituyen un grupo, una asociación o una comunidad, en la cual los
participantes se encuentran en condiciones de igualdad. Sobrino (2014), explica
que hay que estar abiertos al otro tanto para dar como para recibir. O sea, es
el compartir con otros sentimientos, opiniones, dificultades, dolores y actuar
en consecuencia. Para Amaya (2015a): la solidaridad es un valor contrario al
individualismo, se refleja en el servicio y busca el bien común y considera que
su finalidad es intentar solucionar las creencias espirituales o materiales de
los demás.
3. Metodología
A continuación, se describen
los aspectos metodológicos que otorgaron la rigurosidad necesaria a la
investigación.
3.1.
Tipo y diseño de la investigación
Tomando en cuenta que el
objetivo de esta investigación pretende determinar los valores organizacionales
que practica el personal de las Escuelas Primarias Bolivarianas: Padre Blanco,
Barrio Nuevo, Monseñor Lucas Guillermo Castillo del Municipio Valera, del
estado Trujillo, se trata de una investigación de nivel descriptivo con diseño
de campo, ya que la data se recogió directamente en la realidad de las Escuelas
Bolivarianas seleccionadas (Hernández, Fernández y Baptista, 2010a).
3.2.
Población y Muestra
La
población es el conjunto de todos los individuos que cumplen ciertas
propiedades y de quienes deseamos obtener ciertos datos. La población, de 200
personas, estuvo conformada por todo el personal de las Escuelas Bolivarianas
Padre Blanco (PB: 3 directivos, 33 docentes, 4 administrativos y 20 de apoyo
ambiental (obreros); Barrio Nuevo (BN: 3 directivos, 42 docentes, 6
administrativos y 25 de apoyo ambiental); y Monseñor Lucas Guillermo Castillo
(MLC: 3 directivos, 36 docentes, 3 administrativos y 22 de apoyo ambiental) del
Municipio Valera, estado Trujillo.
La muestra se calculó
aplicando la fórmula para poblaciones finitas con un nivel de confianza del
95,5%, dando como resultado 73,496, valor que se aproximó a 74. Esta muestra,
como un subconjunto representativo de la población estudiada, se dividió
proporcionalmente entre las tres instituciones de tal manera que en cada
escuela se seleccionó al azar un grupo del personal, como sigue: de la escuela
PB 28 personas (38% de la muestra) considerando 1 directivo, 2 administrativos,
14 docentes y 11 obreros); de la escuela BN 22 personas (30% de la muestra)
tomando 1 directivo, 2 administrativos, 11 docentes y 8 obreros); y, de la
escuela MLC 24 personas (32% de la muestra)
que incluyó 1 directivo, 2 administrativos, 12 docentes y 9 obreros. Así, todo
el personal de todas las escuelas estuvo representado en la muestra escogida al
azar.
3.3.
Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos
Para obtener la información
necesaria se aplicó como técnica la encuesta y como instrumento, el
cuestionario. La encuesta es, según Arias (2004): una técnica para obtener
información de un grupo o muestra de sujetos acerca de sí mismos o en relación
con un tema en particular y permite obtener información directa de grupos grandes
y pequeños.
El
instrumento, que corresponde para operacionalizar la encuesta, fue el
cuestionario, el cual según Hernández et al (2010b, pág. 217): “consiste
en un conjunto de preguntas respecto de una o más variables a medir”. El
cuestionario se elaboró sobre la base de las dimensiones e indicadores que se
derivaron del marco teórico. Cabe destacar que originalmente se trabajó con la
variable valores organizacionales y cinco valores como dimensiones: honestidad,
respeto, responsabilidad, solidaridad social y trabajo en equipo, por eso el
cuestionario general definitivo consta de 31 ítems organizados en secuencia.
Como
consecuencia de ello, en este punto es importante señalar tres aspectos: el
primero, que en este informe de investigación solo se muestran los 12 ítems que
atañen a los valores organizacionales responsabilidad y solidaridad social. El
segundo, que, si bien todos los indicadores poseen un sentido positivo
(representan un “deber ser”) dada su relación con las teorías y el marco
teórico, en el instrumento casi la mitad de las afirmaciones se elaboró con una
orientación negativa o de sentido contrario al “deber ser” del indicador en
cuestión; esto con la finalidad de que ejercieran una función de distractor o
de control. Esta orientación se representó en las tablas mediante el signo
positivo o negativo que antecede el número de los ítems. Asimismo, las proposiciones del cuestionario
se presentaron en desorden respecto de las dimensiones para evitar que una
negativa esté a continuación de una positiva de los mismos valores entendidos
como dimensiones en el estudio.
El
tercer aspecto por considerar, son los indicadores de cada valor. Así, el valor
responsabilidad se midió por medio de: cumplir las actividades, comprometerse
con las metas institucionales, colaborar en la conservación del entorno
institucional, buscar solución eficaz de
los problemas que surjan, prever los efectos del propio
comportamiento y cumplir los compromisos con la institución. Por su parte, el
valor solidaridad social se evaluó a través de los indicadores: Sensibilidad
ante los problemas de la comunidad, participar en campañas de interés social,
ofrecer ayuda desinteresada al compañero, aceptar que los intereses de los demás
son tan importantes como los propios, trabajar por el bienestar social de otros
sin discriminar e implicarse en los problemas de la comunidad.
3.4.
Validez y confiabilidad del Instrumento
Según
Hernández et al (2010c. pág. 243): la validez del instrumento de recolección de
información “se refiere al grado en que un instrumento refleja un dominio
específico de contenido de lo que se mide”. Para la validación se aplicó la
validez de contenido mediante el juicio de expertos. En ese sentido, se pidió a
7 expertos en contenido y metodología revisar y evaluar cada ítem con respecto
a la pertinencia con los indicadores, variables y los objetivos de la
investigación, claridad en la redacción y suficiencia de los ítems. Los 2
expertos en metodología poseen, además de una trayectoria como investigadores,
el título de Especialistas en Metodología. Los 5 expertos en contenido son
investigadores destacados en las temáticas vinculadas con los valores, la
convivencia o ambas variables.
La confiabilidad de un instrumento se refiere al grado en
que su aplicación repetida al mismo sujeto u objeto produce resultados
similares. Para calcular la confiabilidad del cuestionario utilizado se aplicó
una prueba piloto a 15 sujetos con las mismas características de la población
pero que no formaron parte de la muestra. El instrumento original contenía 34
ítems (6 o 7 por cada uno de los 5 valores antes mencionados); al aplicar la
prueba piloto y procesar los datos mediante el programa SPSS en su versión
15.0, usando el método alfa de Cronbach, la confiabilidad resultó 75,4%. El
mismo programa indicó que eliminando los ítems número 7 y 27 (del valor
respeto) y el 30 (del valor trabajo en equipo) la confiabilidad ascendería a
79,7. Consecuentemente, al eliminar los tres ítems señalados, el cuestionario
definitivo quedó conformado por 31 ítems y una confiabilidad de 79,7% por lo
que se consideró confiable.
4. Resultados
Para llegar a estos
resultados, el camino recorrido empezó con una inquietud sobre la difícil
convivencia que caracteriza a muchas instituciones educativas en el país. Pero,
los conflictos entre el personal implican una multiplicidad de factores,
incluyendo los personales y los institucionales. Esta reflexión derivó en la
observación sistemática de las actuaciones del personal y permitió llegar a la
conclusión que el comportamiento manifestado evidenciaba poca práctica de los
valores organizacionales plasmados en la visión, misión y valores de las
escuelas bolivarianas observadas. A partir de esta idea concreta, se planteó un
objetivo general, se buscó y seleccionó bibliografía referida al tema, ésta se
analizó para conformar un marco teórico que dio sustento al problema, se
elaboraron los objetivos específicos y se eligieron las escuelas que fueron
objeto del estudio. Con la orientación de los objetivos formulados, se
dimensionaron las variables y se construyeron los indicadores que permitieran
evaluar la práctica de los valores organizacionales: responsabilidad y
solidaridad social.
Con base en los indicadores se
construyó una primera versión del instrumento para la recolección de la
información necesaria, se sometió a la validación por expertos, se aplicó una
prueba piloto para conocer su funcionamiento, se calculó la confiabilidad, se
corrigió el cuestionario eliminando los ítems sugeridos. Este instrumento
definitivo, válido y confiable (79,7%) se aplicó a una muestra de 74 miembros
del personal que labora en tres escuelas bolivarianas del Municipio Valera,
estado Trujillo (Venezuela).
Los datos recogidos se tabularon
y se analizaron utilizando la descripción porcentual de la práctica de los
valores organizacionales. El análisis se hace en función de los dos valores
organizacionales y se presenta mediante el siguiente proceso: se define cada
valor, se describe el contenido de la tabla, seguidamente se analizan e
interpretan las afirmaciones con sentido positivo, luego las de sentido
negativo y, finalmente, se elabora una síntesis que facilita comprender la
práctica que se realiza de cada valor.
4.1.
Valor Responsabilidad
Como obligación de rendir cuentas,
Trujillo
(2004b): define la responsabilidad como el deber de asumir las consecuencias de
los actos que cada persona realiza.
Tabla
1. Práctica
del Valor Responsabilidad.
N° |
Afirmaciones |
F |
% |
+3 |
Cumple a cabalidad con las actividades que le
corresponden según su cargo. |
48 |
65 |
-8 |
Piensa que el compromiso con las metas institucionales es
solo del director. |
02 |
3 |
+13 |
Colabora
con la conservación del entorno institucional. |
60 |
81 |
-18 |
Evita involucrarse en la búsqueda de soluciones a los
problemas que surgen en la institución. |
39 |
53 |
+23 |
Antes de actuar prevé los efectos de su comportamiento o
decisión. |
26 |
35 |
+28 |
Cumple su compromiso con la institución realizando el
trabajo que le corresponde. |
66 |
89 |
Fuente:
Las
Autoras (2017).
La tabla 1, muestra que el 65%
del personal encuestado cumple a cabalidad con las actividades que le
corresponden según su cargo; un 81% colabora con la conservación del entorno
institucional; el 35% indicó que antes de actuar prevé los efectos de su
comportamiento o decisión y el 89% cumple su compromiso con la institución
realizando el trabajo que le corresponde. Al sumarle el 97% que piensa que el
compromiso con las metas institucionales es de todos y el 47/% que se involucra
en la búsqueda de soluciones a los problemas que surgen en la institución se
destaca que la mayoría (69% en promedio) aparentemente cumple con sus deberes,
lo que significa que son responsables en su trabajo y se corresponde con lo que
afirman Trujillo (2004c) y Briceño (2016b): al señalar que dicho valor se
orienta hacia el cumplimiento adecuado y confiable de los compromisos
organizacionales adquiridos, así como de la solución eficaz de los problemas
que puedan surgir en el seno de la organización.
Sin embargo, existe un 59% (en
promedio) que explícitamente evita involucrarse en la búsqueda de soluciones a
problemas institucionales y no prevé las consecuencias de sus actos. Se
infiere, entonces que son poco responsables, aunque cumplen con las actividades
que le corresponden, contradiciendo lo preceptuado en la Ley Orgánica de
Educación (2009), el MPPE (2007b) y la CRBV (1999c): así como a los autores
antes mencionados.
En síntesis, el alto
porcentaje de miembros que aparentemente no está comprometidos y el hecho que
no practican la responsabilidad en todos sus aspectos, implica falta de
compromiso con la institución que puede redundar negativamente en el logro de
las metas organizacionales, en el éxito de sus objetivos, así como crear roces
en las relaciones interpersonales de sus miembros.
4.2. Valor Solidaridad
Involucra la ayuda humanitaria, por eso para Amaya
(2015b), la solidaridad es contraria al individualismo, se refleja en el
servicio y busca el bien común.
Tabla 2.
Práctica
del Valor Solidaridad Social.
N° |
Afirmaciones |
F |
% |
+4 |
Es sensible ante los problemas de la comunidad. |
27 |
36 |
+9 |
Participa activamente en campañas de interés social
dentro de la escuela. |
23 |
31 |
-14 |
Ofrece su ayuda dependiendo del compañero que la
necesite. |
61 |
82 |
-19 |
Asume que los intereses de los demás están después de los
suyos. |
34 |
46 |
+24 |
Trabaja
por el bienestar social de otros sin discriminar. |
39 |
53 |
-29 |
Evita
involucrarse en los problemas de su comunidad. |
42 |
57 |
Fuente: Las
Autoras (2017).
En la tabla 2, se visualiza
que 36% de los encuestados manifiesta su sensibilidad a los problemas de la
comunidad, un 31% participa activamente en campañas de interés social dentro de
la escuela y 53% expresó trabajar por el bienestar de otros sin discriminar. Al
analizar estos resultados, se destaca que un 40% (en promedio) de los
encuestados manifiesta ser solidario, práctica que se corresponde con lo
señalado por Amaya (2015c), Romero (2014b), entre otros, en el sentido de
servir y buscar el bien común del otro, sin discriminación alguna y sin
individualismos.
Por el contrario, al calcular
la diferencia (quienes no marcaron la alternativa), se tiene que 64% no son
sensibles a los problemas de la comunidad, un 69% no participa activamente en
campañas de interés social y 47% no trabaja por el bienestar de otros sin
discriminar. A esto se adiciona que 82% ofrece su ayuda dependiendo del
compañero que la necesite, el 46% asume que los intereses de los demás están
después de los suyos y el 57% expuso que evita involucrarse en los problemas de
su comunidad. Juntos, representan un gran promedio de 61% que aceptaron ser poco
solidarios.
Tales resultados evidencian un
marcado individualismo entre el personal, cierta discriminación en el servir al
otro, pues no se acepta las condiciones de igualdad ni se busca el bien común.
Así, es evidente que contradice los planteamientos de Amaya (2015d) y Romero
(2014c), entre otros, con respecto a lo que significa el valor solidaridad.
Además, el hecho de que pocos se involucren en la solución de los problemas de
la comunidad, corrobora los resultados relacionados con la falta de compromiso
pues no se asume como deber la participación.
5.
Conclusiones
Los valores organizacionales deben poseer
coherencia con la misión, objetivos, políticas y estrategias de la institución
para contribuir a su éxito y excelencia. Para que se constituyan en pilares en
la integración y el crecimiento de sus miembros, deben ser compartidos y
puestos en práctica todos los días como comportamiento cotidiano de sus
integrantes, ya que, entretejidos con los personales, son guías de la actividad
humana en todas sus manifestaciones ya que constituyen la cultura
organizacional.
Debido a ello, el objetivo de la investigación
consistió en describir la responsabilidad y la solidaridad como
valores de la cultura organizacional en tres escuelas venezolanas del Municipio
Valera, estado Trujillo, con el fin de obtener la información se aplicó un
cuestionario a una muestra de personal directivo, docente, administrativo y de
apoyo ambiental, de cuyo análisis se obtuvo la caracterización de su práctica.
En consecuencia, la evidencia muestra que los distintos aspectos de cada valor
organizacional se practican en diferente medida. Así, la práctica de la responsabilidad involucra poco más
de dos tercios del personal, práctica que, en la mayoría de los casos, se
limita al cumplimiento de las funciones derivadas del cargo ocupado sin
correspondencia o vinculación con el sentido de compromiso debido al control
excesivo del directivo, por lo que no está creando una cultura del compromiso
que los mueva a cumplir su deber por el deber mismo.
Sobresale
la escasa práctica de la solidaridad que muestran pues, solo dos
quintos del personal afirmaron ser solidarios. Por el contrario, la mayoría
ofrece ayuda de manera discriminada y selectiva, aunada al individualismo
expresado y a la poca sensibilidad ante los problemas de la comunidad. Es
evidente, entonces, que la participación, la colaboración son comportamientos
poco frecuentes y poco o nada contribuyen al logro de los objetivos
institucionales. Esta situación incide, no solo en el clima organizacional de
dichas instituciones, sino en el logro exitoso de las metas institucionales. No
obstante, estos resultados eran de esperarse, pues se evidenció que la práctica
del valor responsabilidad y solidaridad es limitada, de manera que también
afecta negativamente el trabajo en equipo.
En
conclusión, es posible afirmar que la práctica de los valores organizacionales
que realiza el personal de las Escuelas Bolivarianas objeto de este estudio no
es óptima, pues, en promedio general, sólo alcanza algo más de la mitad de
quienes conviven en ellas, siendo todavía menor la solidaridad. Lo que a su vez
dificulta el
trabajo en equipo, el éxito y la excelencia de las instituciones.
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Mérida, Venezuela: Universidad de los Andes.
Eva Pasek De Pinto
e-mail: mlinaricova@hotmail.com
Nacida en Caracas, Venezuela. Licenciada en
Educación Mención Ciencias Biológicas (UCAB), Magister en Planificación y Administración
de la Educación Superior URU), Magister en tecnología y Diseño Educativo
(UNESR), Especialista en Metodología de la Investigación (URU), Doctora en
Ciencias de la Educación (UBA); Estudios Postdoctorales en Ciencias de la
Educación (UNESR). Docente jubilada de la Universidad Nacional Experimental
Simón Rodríguez. Responsable de proyectos sobre construcción del conocimiento y
ciencias naturales; ambiente y evaluación. Miembro activo de la Línea de
Investigación “Investigadores en Acción Social” (IAS). Tiene publicado un libro
como autora-editora y numerosos artículos en revistas nacionales e
internacionales. Docente investigadora del Programa de Estímulo a la Innovación
e Investigación en el Nivel C.
Rina
Desireé Colina Matos
e-mail: desicolina1203@gmail.com
Nacida en Venezuela. Licenciada en Educación,
mención: Castellano y Literatura (Universidad de Los Andes, Núcleo
Universitario “Rafael Rangel”, Trujillo-Venezuela). Distinción Cum Laude.
Magíster en Gerencia de la Educación. (Universidad de Los Andes, Núcleo
Universitario “Rafael Rangel”. Trujillo-Venezuela). Doctorante en Educación,
(Universidad Experimental “Rafael María Baralt”, Maracaibo-Venezuela). Docente
Titular del Ministerio del Poder Popular Para La Educación - Venezuela. Su
trayectoria profesional abarca el ser Docente de Aula, Coordinadora Pedagógica;
Coordinadora de Bienestar Estudiantil, Subdirectora Administrativa, Directora
de la Unidad Educativa: “Barrio Nuevo” Valera, donde actualmente se desempeña
como Coordinadora Institucional. En el ámbito universitario fue Profesora
Contratada en el Instituto Tecnológico “María Briceño Iragorry”; en la
Universidad de las Fuerzas Armadas (UNEFA) Núcleo Trujillo; Profesora Invitada
en el Departamento de Ciencias Pedagógicas de la Universidad de Los Andes,
Núcleo “Rafael Rangel”, Trujillo, Edo. Trujillo. Tiene como áreas de trabajo e
investigación: Lengua y Literatura y Gerencia Educativa.
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DOI: https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.8.5.100-120