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Transcomplejidad:
Imaginarios y Realidades Investigativas
PhD. Olga Carolina
Molano Lucena
Universidad Nacional
Experimental Libertador, UPEL-IPB
Lara, Venezuela
Editorial
La realidad investigativa, tiene
configuraciones empíricas y epistémicas resultantes de las múltiples maneras de
ser percibida, interpretada, comprendida o medida. Existen tantas verdades como
personas en el mundo; algunas concepciones son compartidas por una comunidad,
otras rechazadas. Sin embargo, en el recorrido filosófico del conocimiento
hacia la transcomplejidad, emergen imaginarios colectivos que reproducen
paradigmas que alteran las condiciones ontológicas, axiológicas y teleológicas,
entre otras; desde las perspectivas valorativas de los fenómenos estudiados.
La necesidad de trascender los límites
epocales, disciplinarios y paradigmáticos, llevan a reflexionar acerca de la
praxis investigativa de educación, en la cual coexisten (a) una realidad objetiva
que es percibida de manera subjetiva, (b) el saber experiencial ante el
conocimiento formal, (c) la dialógica desde una conciencia mesurable de una
lógica que debe atender a las perspectivas ideográficas propias de la cultura y
valores socioeducativos en un mundo global; para señalar algunas inquietudes,
que exigen al investigador social a ir más allá, para plantear la duda
razonable de ¿si estamos transitando los escenarios de la transcomplejidad?
Los artículos científicos presentados en el
Instituto Internacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico Educativo
INDTEC, por ejemplo, representan producciones intelectuales generadas por
investigaciones desde diversas configuraciones epistémicas y metodológicas; e
inclusive algunas tienen abordajes transdiciplinarios. Schavino
y Villegas (2010): explican que se “inspira en la multidimensionalidad de
saberes, la pluralidad y la interacción que emergen desde el trabajo en equipo
y el encuentro transdisciplinario” (pág. 5). Este reconocimiento de la existencia
de lo cotidiano y de lo imaginario en la realidad educativa, abre las
posibilidades a una interconexión migratoria de saberes, sin pretender
desplazar unos por otros.
Los señalamientos anteriores, hacen
indispensable abordar la dimensión etimológica de la transcomplejidad, como complexus-us, vocablo latino, cuyo significado es
“abrazo”; y cum como preposición del
ablativo “con y plexus-us”,
ambas conjunciones dan la idea de un tejido o entrelazado. Es decir, su
prefijo trans, en el Diccionario de la
Real Académica Española (DRAE, 2017, pág. 1), define la idea de movimiento
tránsito, metamorfosis y fusión, que transfigure, transmute, así como transverse la
realidad objetiva a la subjetiva y viceversa.
Por ende, la transcomplejidad es una
integración del pensamiento complejo con la transdisciplinariedad de las
ciencias. Como antecedente de las propuestas de Morín (1990, pág. 101),
enfatiza una doble lógica para comprender dos nociones antagónicas, como son el
orden y el desorden, las cuales dan origen a la organización como un modo de
pensar, en el que se intenta asumir el desafío de la incertidumbre y la
contradicción para abordar un cambio paradigmático.
Desde una visión relativista la
transcomplejidad, según Gómez y Jiménez (2002, pág. 44), asume los principios
del conocimiento desde una perspectiva complementaria para convertir la
organización, el religue, la contextualización y la globalización para
confrontar el pensamiento clásico. Asimismo, Moreno (2002, pág. 118), explica
que no sólo sirve para entender la complejidad de la naturaleza humana; sino
que especialmente, se diferencia de otras perspectivas porque se concentra en
la complejidad social, con un mayor grado de incertidumbre presente en la
realidad educativa desde una interacción entre varias disciplinas.
El concepto de transdisciplinariedad nació en
la década de los 70; y es Morín, quién en los años 80, expone el término
transdisciplinar, partiendo de concepto y análisis que provienen de diferentes
disciplinas, las cuales se integran para captar características inadvertidas
desde otras ópticas. Igualmente, Sotolongo (2007):
señala que va más allá de una visión multidisciplinaria, puesto que se enfoca
en “el respeto a la pluralidad de saberes” (págs. 6-20). Por tanto, reconocer
la existencia de múltiples niveles de realidad, debido a la complejidad e
incertidumbre que envuelven los contextos socioeducativos.
La perspectiva integradora interdisciplinaria,
de acuerdo con Morín en el 2002, citado por Balza (2010): permite la “construcción
del conocimiento de la realidad, que no es simple, ni es compleja” (pág. 93);
de ahí que debe existir una eficiente interacción y autoorganización de varias
disciplinas; y para ello, debe surgir una nueva epistemología, con una visión
estratégica transversal, flexible, abierta, complementaria e integradora para
buscar la solución de problemas complejos concretos en la realidad social.
La transdisciplinariedad según Ugas (2016): “se refiere a la transferencia o intercambio
de teoría, métodos de una disciplina a otra. Igualmente alude a la reunión de
expertos para realizar un diagnóstico” (pág. 66). Como lo plantea este autor,
existen tres tipos que responden a los niveles de (a) aplicación, (b)
epistemológico y (c) concepción de nuevas disciplinas. Todas, conducen al
análisis de las interrelaciones de los fenómenos emergentes en los procesos
investigativos que generan nuevos conocimientos de la realidad y de los
imaginarios socioeducativos.
En este sentido, Delgado (2011, pág. 136),
manifiesta qué se trata de un diálogo de saberes disciplinarios no lineales
para la construcción conjunta de problemas de investigación y para la búsqueda
de soluciones posibles. de ahí que exista una relación entre la complejidad y
la transdisciplinariedad en el entorno educativo puesto que las disciplinas
contribuyen en la educación a articular los conocimientos para dar respuesta a
las concepciones antropológicas, psicológicas, sociológicas, pedagógicas, entre
otras, que conforman el currículo de todos los niveles del sistema educativo.
En el contexto sociales, los imaginarios en las
realidades transcomplejas en la investigación educativa benefician a las
comunidades del conocimiento agrupadas en las líneas de investigación de las
diversas universidades, así como también a los ámbitos socioeducativos que
están en una permanente búsqueda de soluciones a las problemáticas que los
aquejan; además abren en un mundo globalizado, las posibilidades de
información, comunicación y promoción del conocimiento pertinente ante los
cambios epocales.
Resumiendo los aspectos tratados en esta
disertación acerca de la transcomplejidad, se puede configurar la
transdisciplinariedad como el tejido cognoscitivo, desde el cual se entrelazan
de manera complementaria a la interacción multidimensional de saberes, con una
apertura paradigmática plural a partir de los intercambios disciplinarios, cuyo
interés investigativo se fundamenta en la dinámica de la acción transformadora,
apoyada en la existencia de la percepción de distintos niveles de realidad,
desde la cual surgen nuevas lógicas emergentes de la complejidad
socioeducativa.
La revisión de los aspectos epistémicos y las
concepciones teóricas que preceden, permite concluir que los avances sociales,
pedagógicos, científicos y tecnológicos, entre otros en los ámbitos educativos;
han generado una crisis en los paradigmas de investigación, debido a la
complejidad e incertidumbre que impregnan las realidades socioeducativas,
ocasionando una reflexión profunda desde la cual se vuelve la mirada holística,
interdisciplinaria desde múltiples
manifestaciones de los fenómenos emergentes para asumir el reto de ampliar,
dinamizar, complementar los saberes en las comunidades del conocimiento.
Finalmente, el salto cuántico del pensamiento
simplista al complejo, abre el camino a la integración
disciplinar, de tal modo que la transcomplejidad va más allá de los imaginarios
de la realidad social en la contextualización de las fenómenos emergentes.
Valdría la pena preguntarse, ante la parálisis paradigmática ¿qué oportunidades
investigativas estaríamos perdiendo?, si no orientamos la mirada a la
complementariedad, sinergia, integralidad y reflexividad propias de la
postmodernidad.
Palabras
clave: conocimiento; investigación; educación.
Fecha de Recepción: 04-06-2018 |
Fecha de Aceptación: 16-07-2018 |
Transcomplejity: Imaginaries and Investigative Realities
Editorial
The investigative
reality has empirical and epistemic configurations resulting from the multiple ways
of being perceived, interpreted, understood or measured. There are as many
truths as there are people in the world; Some conceptions are shared by a
community, others rejected. However, in the philosophical journey of knowledge
towards transcomplexity, collective imaginaries
emerge that reproduce paradigms that alter the ontological, axiological and
teleological conditions, among others; from the evaluative perspectives of the
phenomena studied.
The need to
transcend the epochal, disciplinary and paradigmatic limits, leads to reflect
on the research praxis of education, in which (a) an objective reality that is
perceived in a subjective way coexist, (b) experiential knowledge before formal
knowledge, (c) the dialogic from a measurable conscience of a logic that must
attend to the ideographic perspectives of the socio-educational culture and
values in a global world; to point out some concerns, which require the
social researcher to go further, to raise the reasonable doubt of whether we
are transiting the scenarios of transcomplexity?
The scientific
articles presented at the Instituto Internacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico Educativo INDTEC, for
example, represent intellectual productions generated by research from diverse
epistemic and methodological configurations; and even some have
transdisciplinary approaches. Schavino and Villegas
(2010): explain that "it is inspired by the multidimensionality of
knowledge, plurality and interaction that emerge from teamwork and
transdisciplinary meeting" (p.5). This
recognition of the existence of the everyday and the imaginary in the
educational reality, opens the possibilities to a migratory interconnection of
knowledge, without trying to displace one for another.
The previous
statements make it indispensable to address the etymological dimension of transcomplexity, as complexus-us,
Latin word, whose meaning is "embrace"; and cum as a preposition of
the ablative "with and plexus-us", both conjunctions give the idea of
a fabric or interlacing. That is, its prefix trans, in the Dictionary of the
Royal Spanish Academic (DRAE, 2017, p.1), defines the idea of movement, metamorphosis and
fusion, which transfigure, transmute, as well as transfer objective to
subjective reality and vice versa.
Therefore, transcomplexity is an integration of complex thinking with
the transdisciplinarity of sciences. As antecedent of
the proposals of Morín (1990, p.101),
he emphasizes a double logic to understand two antagonistic notions, such as
order and disorder, which give rise to the organization as a way of thinking,
in which try to take on the challenge of uncertainty and contradiction to
address a paradigm shift.
From a relativist
view, transcomplexity, according to Gómez and Jiménez
(2002, p.44), assumes the principles of knowledge
from a complementary perspective to convert the organization, religion,
contextualization and globalization to confront classical thought. Likewise,
Moreno (2002, p.118), explains that it not only
serves to understand the complexity of human nature; but especially, it differs
from other perspectives because it focuses on social complexity, with a greater degree of uncertainty present in the educational
reality from an interaction between several disciplines.
The concept of transdisciplinarity was born in the 70s;
and it is Morín, who in the 80s,
exposes the transdisciplinary term, starting from concept and analysis that
come from different disciplines, which are integrated to capture inadvertent
characteristics from other perspectives. Likewise, Sotolongo
(2007): points out that it goes beyond a multidisciplinary vision, since it
focuses on "respect for the plurality of knowledge" (pp.6-20). Therefore, recognize the existence of multiple
levels of reality, due to the complexity and uncertainty that surround the
socio-educational contexts.
The
interdisciplinary integrative perspective, according to Morín
in 2002, cited by Balza (2010): allows the
"construction of knowledge of reality, which is neither simple nor
complex" (p.93); hence, there must be an
efficient interaction and self-organization of several disciplines; and for
that, a new epistemology must emerge, with a transversal, flexible, open,
complementary and integrating strategic vision to seek the solution of concrete
complex problems in the social reality.
The transdisciplinarity according to Ugas
(2016): "refers to the transfer or exchange of theory, methods from one
discipline to another. It also refers to the meeting of experts to make a
diagnosis "(p.66). As this author suggests,
there are three types that respond to the levels of (a) application, (b)
epistemological and (c) conception of new disciplines. All of them lead to the
analysis of the interrelationships of the emergent phenomena in the research processes
that generate new knowledge of reality and socio-educational imaginaries.
In this sense,
Delgado (2011, p.136), states that it is a dialogue
of non-linear disciplinary knowledge for the joint construction of research
problems and for the search for possible solutions. Hence, there is a
relationship between complexity and transdisciplinarity
in the educational environment since the disciplines contribute in education to
articulate knowledge to respond to the anthropological, psychological,
sociological, pedagogical conceptions, among others, that make up the
curriculum of all levels of the education system.
In the social
context, the imaginaries in the transcomplex
realities in educational research benefit the knowledge communities grouped in
the research lines of the various universities, as well as the
socio-educational areas that are constantly searching for solutions to the
problems that afflict them; they also open in a globalized world, the
possibilities of information, communication and promotion of relevant knowledge
in the face of epochal changes.
Summarizing the
aspects dealt with in this dissertation about transcomplexity,
transdisciplinarity can be configured as the
cognitive tissue, from which they are intertwined in a complementary way to the
multidimensional interaction of knowledge, with a plural paradigmatic opening
from the disciplinary exchanges, whose Investigative interest is based on the
dynamics of transformative action, supported by the existence of the perception
of different levels of reality, from which new emerging logics of
socio-educational complexity emerge.
The revision of
the epistemic aspects and the theoretical conceptions that precede, allows to
conclude that the social, pedagogical, scientific and technological advances,
among others in the educational fields; they have generated a crisis in the
research paradigms, due to the complexity and uncertainty that permeate the
socio-educational realities, causing a deep reflection from which the holistic,
interdisciplinary view becomes from multiple manifestations of the emerging
phenomena to assume the challenge of expanding, energize, complement the
knowledge in the knowledge communities.
Finally, the
quantum leap from simplistic thinking to complex opens the way to disciplinary
integration, in such a way that transcomplexity goes
beyond the imaginaries of social reality in the contextualization of emerging
phenomena. It would be worth asking, in the face of paradigmatic paralysis,
what investigative opportunities would we be losing?,
if we do not focus on the complementarity, synergy, integrality and reflexivity
of postmodernity.
Keywords:
knowledge; research; education.
Date Received: 04-06-2018 |
Date Acceptance: 16-07-2018 |
Referencias
Balza, A. (2010). Educación, investigación y aprendizaje. Una
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DRAE (2017). Realidad. Diccionario de la Real
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Gómez, R., & Jiménez, J.
(2002). De los Principios del
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Moreno, J. (2002). Tres Teorías que Dieron Origen al
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Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo, págs. 116-120. Bogotá:
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Morín, E. (1990). Introducción al Pensamiento Complejo.
España: Gedisa Editorial.
Schavino, N.,
& Villegas, C. (2010). De la Teoría
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Sotolongo, P.
(2007). Complejidad, no Linealidad y
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Ugas, G.
(2016). Epistemología. Un Territorio
Discursivo Co-Disciplinario. San Cristóbal, Venezuela: Ediciones del Taller
Permanente de Estudios Epistemológicos en Ciencias Sociales.
PhD. Olga Carolina Molano Lucena
e-mail: olgacmolano@gmail.com
Nacida en Venezuela. Licenciada en Educación, Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR). Maestría en Planificación Educativa, Universidad Rafael Urdaneta (URU). Doctorado en Educación Universidad Nacional Experimental Libertador - Instituto Pedagógico de Barquisimeto (UPEL-IPB). Postdoctorado en Estudios Libres: La Epistemología desde su Praxis y Productividad, Universidad Fermín Toro (UFT). Experta en E-learning (FATLA). Docente, tutora y jurado de pregrado, postgrado. Investigadora del programa de Promoción del Estímulo a la Investigación e Innovación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (PEII-ONCTI); Adscrita al Centro de Investigación Contextos y Praxis Socio Educativa (CICPSE UPEL-IPB). Diseñadora de los Proyectos socioeducativos "Cascada y LUCES". Conferencista, escritora de artículos y libros.
El
contenido de este manuscrito se difunde bajo una Licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
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DOI:
https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.9.0.7-18