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La Filosofía Educativa de Jean Jacque Rousseau (1712- 1778)

 

Autor: Alirio José Abreu Suarez

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación, ME

alirioabreu2010@hotmail.com

Valera, Venezuela

 

Resumen

Este ensayo parte de una reflexión teórica sobre La Filosofía Educativa de Jean Jacque Rousseau (1712-1778). El mismo fue realizado bajo un enfoque bibliográfico y documental. En ese sentido, el trabajo se sustenta en su obra el Emilio. La filosofía educativa roussoniana es de gran relevancia a la pedagogía ya que con ella se inicia un real proceso de trasformación de la educación. También se convierte en un referente histórico, político y educativo para ser aplicado al campo de las ciencias de la educación. El propósito del texto es proporcionar a los docentes, estudiantes y demás actores elementos pedagógicos para que sean abordados y discutidos en el campo de la educación. En la misma forma, es de precisar el aporte de Rousseau en cuanto a las etapas que se deben cumplir para educar a los niños y jóvenes. Sin embargo, la visión que este sostuvo del papel que las mujeres han de desempeñar en la sociedad, pareciera ser que en el autor prevaleciera una marcada discriminación a estas. El tema de la mujer desde el punto de vista de la Filosofía roussoniana aún es debatido con frecuencia en los distintos escenarios educativos.

 

Palabras clave: filosofía de la educación; educación; adolescencia.

 

Fecha de Recepción: 10-04-2018

Fecha de Aceptación: 15-06-2018

 

 

The Educational Philosophy of Jean Jacque Rousseau (1712-1778)

 

Abstract

This essay is based on a theoretical reflection on The Educational Philosophy of Jean Jacque Rousseau (1712-1778). It was carried out under a bibliographic and documentary approach. In that sense, the work is based on his work Emilio. The Rousonian educational philosophy is of great relevance to the pedagogy since with it a real process of transformation of education begins. It also becomes a historical, political and educational reference to be applied to the field of educational sciences. The purpose of the text is to provide teachers, students and other stakeholders with pedagogical elements to be addressed and discussed in the field of education. In the same way, it is necessary to specify the contribution of Rousseau in terms of the stages that must be met to educate children and young people. However, the vision that this one held of the role that women have to play in society, seems to be that the author prevailed a marked discrimination against them. The subject of women from the point of view of the Rousonian philosophy is still debated frequently in different educational scenarios.

 

Keywords: educational philosophy; education; adolescence.

 

Date Received: 10-04-2018

Date Acceptance: 15-06-2018

 

 

1. Introducción

          La filosofía educativa de Jean Jacques Rousseau marcó una anticipación a lo que sería un nuevo marco teórico y práctico de la manera de abordar la educación de los niños y jóvenes en las instituciones escolares. Partiendo de él nacen teorías educativas como formas de optimizar los procesos educativos. El mismo fue un filósofo, músico, botánico y naturalista de origen suizo. Su aporte a la educación lo realiza gracias a su tratado educativo el Emilio obra que genera grandes controversias en la Europa de aquel entonces ya que fue considerado un texto prohibido por efectuar muchas críticas al sistema imperante.

 

          Respecto a la grandeza del ginebrino Soëtard (1999), indica: “El rasgo genial de Rousseau, que consagra la originalidad radical de su talante intelectual, radica en haber pensado la educación como la nueva forma de un mundo que había iniciado un proceso histórico de dislocación” (pág. 2). Quiere decir esto, que Rousseau fue un pedagogo que se opuso a la enseñanza impartida de la época.

 

          Rousseau fue considerado una pieza importante para el periodo de la ilustración o siglo de las luces y la enciclopedia francesa. El mismo movimiento intelectual, cultural, político, o filosófico existido en Europa en el siglo XVIII que tuvo como fin la transformación del orden social existente para el entonces. Junto a Denis o Dionisio Diderot, Jean Le Rond d`Alembert, Adam Smith Douglas entre otros, conformaron este conjunto de hombres que dieron aportes importantes en el campo de la Filosofía, la política, la economía y otras disciplinas. Las ideas políticas y educativas de Rousseau fueron bastante avanzadas para el contexto en que vivió lo que le género no solo el rechazo de la monarquía sino también del poder eclesiástico.

 

          En el mismo orden de ideas, Rousseau fue un estudioso de los clásicos griegos como la Republica de Platón y la política de Aristóteles. También se consideró seguidor de los planteamientos de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli mejor conocido como Nicolás Maquiavelo, Harles Louis de Secondat o barón de Montesquieu, Gottfried Wilhelm Leibniz entre otros. Los planteamientos de Rousseau fueron inspirados en la justicia, trabajo y demás valores que el ser humano pueda adquirir en la vida. Su aporte a la filosofía educativa y política lo hizo grande no solo por la capacidad de escribir temas relevantes y prohibidos. Su grandeza y principal virtud fue que no estuvo equivocado en sus planteamientos.

 

           Rousseau, en su novela pedagógica el Emilio, se refiere a las cuatro etapas en que se desenvuelve el niño o joven, estas son: La infancia, comprende desde el nacimiento a los dos años; La Naturaleza, que consiste de los dos a los doce años; La preadolescencia, la cual abarca de doce a quince años; La adolescencia, la misma se enmarca de los quince a veinte años. Finalmente le da importancia a la mujer está representada por Sofía en el último o quinto libro de la mencionada obra.

 

2. Desarrollo

En el desarrollo del tema se tratarán aspectos fundamentales en la obra educativa de Jean-Jacques Rousseau, como: El contexto en que escribe el Emilio, las cuatro etapas por las que debe pasar el niño y joven en todo proceso educativo y su visión sobre el papel que ha de jugar la mujer en la sociedad.

 

2.1. El Contexto político y educativo en la obra de Rousseau

          Jean-Jacques Rousseau, fue un demócrata con ideas progresistas en una época en que todavía estaban vigentes las monarquías y la práctica de la inquisición católica llevada a cabo por la iglesia católica. El ginebrino se desenvuelve en un contexto conocido como el siglo de las luces XVIII. También se le denomina periodo la ilustración que tiene su origen en la Europa de la edad moderna y con sus raíces en Francia. Escribir de una manera crítica era atentar contra los poderes establecidos. Por lo tanto, Rousseau fue considerado conspirador y como consecuencia fue condenado y expulsado de varios países.      

   

          Del mismo modo, la ilustración europea, era luz y esperanza de cambios significativos en sus diferentes órdenes políticos, sociales, económicos, culturales entre otros aspectos. Sin embargo, para los protagonistas del siglo de las luces también incluía riesgos. Respecto a esa época, Vilafranca (2012), manifiesta que:

El siglo de las luces es una época de transformación social que anticipa el origen de un nuevo sistema de pensamiento. A este movimiento germinante que el ginebrino inicia se le ha catalogado como la primera teoría de la modernidad pedagógica (pág. 3).

 

En ese sentido fueron a Rousseau, y le otorgaron un crédito importante por los aportes que dio a la política y educación.

 

           En siglo XVIII aún persiste el oscurantismo y con el autor del Emilio comienzan a florecer las ideas progresistas en el campo educativo. Al respecto, Rojas (1976a), dice: “La segunda mitad del siglo XVIII marca un cambio profundo y sustancial en el campo educativo. El concepto Aristocrático cede el paso al concepto popular” (págs. 13-14). En otras palabras, la filosofía educativa de Rousseau es determinante en la consecución de las formas de actuar y pensar en los escenarios educativos.  El tiempo le dio la razón y sus escritos aún son debatidos, analizados en diferentes colegios, universidades y círculos de estudio. Además de ser Rousseau un gran lector, escritor y filósofo fue amado y odiado por muchos.

 

Al respecto, Smith (2008), expresa:

De hecho, esta valentía de Rousseau le costó bien grande. Se lo pagó funestamente con la vida solitaria, perseguida y aislada que tuvo que vivir hasta su muerte. Turbulencias de una vida donde muchos sólo ven resultados de un complejísimo carácter mientras que para él su aislamiento no resultó ser sino un doloroso e indeseado rechazo que sufrió de parte de sus propios coetáneos, los «philosophes», los mismos «ilustrados» incomodados por la radicalidad de sus ideas (pág. 1).

 

En el orden de la idea anterior, se evidencia que quien estuviera fuera del orden establecido por la monarquía y la iglesia católica o lo que es lo mismo quien hiciera planteamientos que fueran significativos para mejorar la sociedad se consideraba como un desobediente y rebelde. A Rousseau no le fue fácil andar en Europa sin ser reconocido como un hombre que atentaba contra los poderes establecidos y representar un peligro para el Estado.

 

          En el contexto en Frances predomina la filosofía racionalista o método Cartesiano o de Rene Descartes. Para ese entonces, esa nación goza con una amplia diversidad de pensadores en el campo de filosofía, las letras y la política, pero eso no fue suficiente para que ese país estuviera inmerso en un régimen monárquico que no daba respuestas satisfactorias a la población en cuanto a las necesidades básicas para vivir.   

 

           Las obras de Rousseau, El Emilio, El contrato Social, El origen de las desigualdades entre los hombres, Confesiones entre otras fueron grandes por su contenido político y educativo. Es decir, esos textos aceleraron la revolución francesa y la escuela nueva en Europa. Sus textos quedaron prohibidos por las esferas del poder. A la vez, es condenado por el parlamento francés y con esto se sentencia orden de prisión en su contra. Sin poder estar en Francia ni en Suiza su país de origen tuvo que partir a Inglaterra en donde los buenos oficios de otro genio de la filosofía política como David Hume le da cobijo para que este continúe con su obra.

 

          Con referencia a la educación recibida por los jóvenes de la Europa de aquel entonces Rousseau realiza severas críticas y escribe sus novelas pedagógicas el Emilio y la nueva Eloísa. Ambas dedicadas al campo de la educación. Esos textos son tratados educativos dirigidos a los maestros, padres de familia y público en general. Con esto pensó que contribuía al mejoramiento de la sociedad el cual estaba sumergido en un mar de ignorancia.

 

2.2. La infancia desde la concepción de Rousseau

          Para Rousseau, la infancia parte desde que se nace hasta los dos años de edad. En esta fase la educación sigue las normas de la naturaleza. Considera esa etapa como la primera educación y por lo tanto, compete a las mujeres o madres jugar un papel importante en ese proceso. El hecho de que puedan alimentar mediante el amamantamiento a los niños las hace merecedoras de ser la guía principal en esa etapa. En cuanto a la definición de la educación (Rousseau, 1959a), manifiesta: “La educación es efecto de la naturaleza, de los hombres o de las cosas” (pág. 42). Interpretando la idea expuesta, la naturaleza se entiende como el desarrollo de las facultades del individuo y la educación de los hombres   es un medio para hacer uso de este desarrollo. En cuanto a la educación del niño desde la perspectiva del ginebrino, Montero (2009), señala:

Para Rousseau educar al niño, según su naturaleza, implica proveerlo de las herramientas más eficaces para que pueda vivir y vivir bien, libre y feliz en un mundo que no está hecho ni para el bienestar, ni para la felicidad ni para la libertad (pág. 20).

        

Cabe decir, que la educación del niño tiene que abarcar elementos de la vida como: el trabajo, respeto, amor, tolerancia entre otros aspectos.  Desde temprana edad hay que manifestarle al niño que el mundo en el que se vive es un entramado de intolerancia y de desunión. Pero a la vez inculcarle que existen principios morales que hay que colocar en práctica para encontrar objetivos comunes como es la de llevar una vida en sociedad difícil de comprender en sus acciones. También considera que la educación del niño no ha de estar en tantas manos y al respecto Rousseau (1959b), sostiene: “Imposible es que un niño, que sucesivamente pasa por tantas manos distintas, salga bien educado” (pág. 71). Con relación a lo expuesto, se puede mencionar que el proceso educativo de los niños exige una alta planificación, esfuerzo y compromiso.

 

          Igualmente, Rousseau planteaba que el lenguaje o comunicación del niño sucede de manera inconsciente. Es indispensable ser claro cuando se comunica con él. En otras palabras, pronunciar correctamente las palabras es requerimiento especial para no crear confusiones ni aturdimiento en el niño. Con respecto a la primera etapa, Agazi citado en Colón (2008), indica que: “se procurará que el niño crezca robusto y fuerte, pues un niño fuerte será un niño bueno; el que puede hacerlo todo nunca hace nada malo” (pág. 1). En palabras del autor, la alimentación conjuntamente con los otros cuidados que le de la madre son importantes para el desarrollo del niño.

 

          De igual manera, en la etapa de la infancia plantea que esta comienza desde que niño nace hasta que comienza con su lenguaje. La educación del niño debe estar basada en la actividad constante todo lo contrario a la del adulto mayor que es la tranquilidad. Esto quiere decir que la educación en el niño debe estar sustentada en el activismo. Para Soto (2010): expresa “El niño de las modernidades Emilio, es un niño que entrará en contradicción con el niño concebido por la Iglesia Católica, aquel que era sin razón hasta la confirmación” (pág. 8). En referencia a lo planteado, la educación debe impartir nuevos esquemas en donde no se le enseñe al niño solo a rezar sino a ver al mundo desde otro punto vista contrario.

 

          Para la filosofía roussoniana todos los hombres son iguales. Refiriéndose a esto Rousseau (1959c), dice: “Poco me importa que destinen a mi discípulo para el ejército, para la iglesia, o para el foro; antes de la vocación de sus padres le llama la naturaleza a la vida humana” (pág. 48). Lo que quiere decir, es que la educación ha de ser solida con principios y valores morales. La misma debe comenzar desde el hogar a temprana edad del niño. Para el autor del Contrato social, la educación del ser humano empieza desde que viene al mundo ya que al comenzar a escuchar empieza a instruirse.

 

Rousseau también considera que en esa primera etapa es indispensable enseñarle al niño lo real de lo irreal para que este domine los temores. Al respecto, plantea el juego de colocarse mascaras en el rostro y luego quitárselas con la finalidad de que el niño se familiarice con ellas. Este ejercicio proporciona al niño elementos de confianza que lo llevan a sonreír y a jugar.

 

2.3. Etapa de la Naturaleza

           Para Rousseau esta etapa se encuentra relacionada con el concepto de educación negativa, la misma se refiere a una educación basada en la moralidad basada en sus consecuencias naturales cuyo objetivo es combatir cualquier tipo de vicio o irregularidad que cometa el niño. Las edades en esta fase oscilan de los dos a los doce años, aquí el niño comienza a construir su mundo sensible mediante ejercicios libres de las actividades realizadas. En consideración a esta fase, Rojas (1976b), indica que: “Significa una educación lejos de la sociedad y de los hombres” (pág. 15). Como complemento Rousseau es enemigo de la sociedad del entonces y de los hombres que la conforman. Llegó a plantear que el hombre es bueno por naturaleza y lo que lo pervierte es la sociedad por ser esta dependiente de un sistema educativo basado en la mentira y la manipulación.

 

Además, Rousseau sostiene que en esta fase, los niños comienzan hablar y es capaz de transmitir sus dolores, carencias, o necesidades. También puede manipular o mentir sobre diversas situaciones de su entorno y para eso se amerita un tratamiento especial. Con respecto a la situación planteada, Rousseau (1959d), plantea: “Si es delicado y sensible el niño y si naturalmente llora por una nada, no le hago caso, y en breve agoto sus lágrimas: mientras llore, no me muevo; así que se calle acudo” (pág. 97). Para complementar la idea expuesta, el niño en esa etapa ya es un ser pensante con necesidades propias con defectos y fortalezas capaz de generar controversias. En esa fase el niño necesita afecto y cariño, pero esos elementos no pueden ser excesivos ya que si se abusa de esto se cae en errores que traerán consecuencias negativas para el niño el padre y la misma sociedad.

 

En torno a la idea anterior, se puede decir que el niño necesita órdenes y conocimientos de las reglas básicas de convivencia. Estas no pueden convertirse en una rigurosidad constante o uso excesivo de ellas ya que le produciría molestias y rechazo a cualquier proceso de aprendizaje y vería al maestro o al padre como una persona fuerte dispuesto a castigar su actuación eso le inspira miedo en vez de confianza.

 

2.4.  La preadolescencia

          Esta etapa está comprendida de los doce a quince años. En ella se asientan las bases culturales del joven se estimula a que considere lo importante que es el estudio. Lo trascendental de esta etapa para Rousseau es que las acciones están por encima de los discursos. En referencia a esta etapa, Rousseau (1959e), manifiesta: “No se trata con saberlo todo si no con saber únicamente lo que es útil” (pág. 227). En ese sentido, el joven a de aprender oficios que le permitan desarrollarse al campo laboral con la finalidad que sea independiente y esté preparado para cualquier hecho que pudiera afectar su vida. Para complementar la idea al estudio roussoniano Valenzuela (2009a), indica:

De hecho, Rousseau llega incluso a sostener que los instrumentos de sus investigaciones debía inventarlos el niño. El objetivo que se perseguía no era el de enseñar determinadas cosas, sino más bien lograr que un determinado tipo de personas se interesaran por la adquisición de conocimientos, para lo cual este autor se inclina por las enseñanzas prácticas, es decir, por los conocimientos de las ciencias aplicadas o del ingeniero, más que por los teóricos (pág. 4).

 

          Parafraseando al autor, este partió de la idea que los trabajos manuales son los que ayudan al joven a desenvolverse cuando ya no esté bajo la tutela de los padres o familiares. Considero que el estudio de la Filosofía, Historia, Matemáticas o cualquier otra disciplina son importantes, pero planteaba a la vez que solo con el trabajo práctico se genera producción económica que le permitirá a este desenvolverse en la sociedad y por lo tanto se crea menos dependencia de sus tutores al momento de tomar decisiones. En otras palabras, el joven es capaz de resolver sus problemas.

 

           De acuerdo con Rousseau, no es indispensable enseñarle al joven todas las ciencias, es necesario motivarlos en cuanto a que tengan amor a ellas. En este sentido, hay que proporcionarles la metodología adecuada para que las aprendan, eso es vital en la educación de los jóvenes, así como también educarlos en valores como principio fundamental en toda educación.

 

           En torno a la lectura Rousseau planteaba que no es suficiente leer ya que la lectura es importante pero no se puede quedar solo en aprender palabras. Es necesario analizar los textos pudiéndose realizar críticas, fomentar discusiones, debates y hasta efectuar objeciones a lo que se lee solo así se forman individuos críticos y participativos. En el sistema educativo roussoniano, se parte de enseñar lo indispensable al niño. Al respecto Rousseau (1959f), manifiesta: “Acordaos de que no es el espíritu de mi sistema enseñar muchas cosas al niño, si no el no dejar nunca que se introduzca en su cerebro otras ideas que las justas y claras” (pág. 235).  Con referencia a la idea anterior, se debe enseñar al niño lo que realmente sea útil a la sociedad.

 

2.5. La adolescencia

          Rousseau considera la adolescencia de los quince a veinte años. La define como la edad de la clemencia y la generosidad, en esa etapa se deja atrás resentimientos de venganza, revanchismo e intriga. Reafirmado lo expuesto, Rousseau (1959g), manifiesta: “Un niño que no es de mala índole, y que hasta los veinte años ha conservado su inocencia, a esta edad es el más generoso, el mejor, el más amante, y el más amable de los hombres” (pág. 305). Resulta claro que el concepto de Adolescencia, es sinónimo de bondad, amistad y valores. 

 

           En la etapa de la adolescencia Rousseau, plantea que se le debe de hablar al joven del mundo y enseñarle este antes de que conozca a los hombres ya que sería una equivocación porque el ser humano se corrompe fácilmente. Además, crearle conciencia de que las riquezas o los tesoros no es todo en la vida. Estas se pueden perder en un futuro, debido a circunstancias como las guerras, enfermedades o juegos de azar. También da importancia del amor al prójimo. Al respecto, Rousseau (1959h), dice: “Enseñad a vuestro alumno a que ame a todos los hombres, hasta aquellos que los desestiman” (pág. 312). Parafraseando al autor, el odio no es una buena señal para los hombres los que odian son débiles de espíritu y ese no es un estado de la naturaleza humana.

 

          Rousseau recomienda discutir con los jóvenes los clásicos de la literatura mundial como la Eneida de Virgilio, la Republica de Platón, la Isla de Robinson de Daniel Defoe, entre otras. Igualmente, recomienda estudiar a los grandes historiadores de la humanidad como: Heródoto de Halicarnaso, Lucio Mestrio Plutarco, Marco Tulio Cicerón y otros. Además, estudiar la vida y obra de hombres como: Julio Cesar, Alejandro Magno, Aníbal Barca y otros. En síntesis, considera la Historia fundamental en el proceso educativo de los jóvenes.

 

           De igual modo, el estudio de la religión es importante analizarlo, pero desde un punto de vista diferente al que lo han enseñado las religiones Plantea que hay que estudiarlo desde una visión crítica con sus fortalezas y debilidades; aciertos y desaciertos. En su crudeza del estudio de la religión, Rousseau (1959i), reflexiona: “Es necesario creer en Dios para salvarse” (pág. 359). Con referencia a lo anterior, la filosofía educativa planteada en el Emilio coloca la duda a todo lo que se ha enseñado sobre la religión. En cuanto a la formación del adolescente, Arrieche (2018), afirma que: “Es necesaria una instrucción que lleve ideas que formen al ciudadano, para el progreso y el desarrollo del pueblo, en el campo educativo, socioeconómico, cultural y religioso” (pág. 1). En ese sentido, se debe preparar al joven para la vida.

 

          En otro orden, existen otras disciplinas que deben ser estudiadas en la etapa descrita estas son: la Poesía, el Ajedrez, el teatro, la preparación física y el juego. Los idiomas o las letras también forman parte en la Filosofía roussoniana. Recomienda la enseñanza del latín y el francés como elementos esenciales en la formación de los jóvenes.

 

          También se puede decir, que en esta etapa se aprenden y perfeccionan los oficios básicos para la vida. Según Valenzuela (2009b), dice: “El oficio se aprende en este periodo. Se produce aquí una ruptura radical respecto a la educación impartida hasta ahora” (pág. 1). Interpretando a la autora, en esta fase se empieza a ver el mundo de una manera distinta ya que el individuo o joven interactúa ampliamente con la sociedad ya que incorporado al campo laboral este se relaciona con su entorno y adquiere responsabilidades. Aunado a esto, en la adolescencia se discuten temas relevantes que para la fecha eran intratables en torno a la Filosofía, Historia, sexo y religión Valenzuela (2009c), señala:

Su educación moral toma un nuevo rumbo cuando hay que hacer frente a la necesidad de explicar lo relativo al sexo, que anteriormente había sido mantenido deliberadamente fuera de su plan de estudios y orientar en el campo de las emociones (pág. 1).

 

           La afirmación anterior planteada por Rousseau, es testimonio de ser un serio crítico al sistema educativo imperante de la época. En ese sentido, pensó que los temas difíciles deben ser abordados tanto en la escuela y el hogar. Al tratar con los jóvenes temas complicados los mensajes que se proporcionen han de ser claros con un lenguaje sencillo para no crear confusiones. En ese sentido, y respecto al sexo, Rousseau (1959j), señala: “Aquí importa no dejar nada a la casualidad; y si no estáis seguro de lograr que hasta los dieciséis años no sepa la diferencia de los sexos, enseñádsela antes que cumpla los diez” (pág. 299). Interpretando al autor, el sexo por ser parte de vida es un tema obligado en la educación del joven desde muy temprano para así evitar inconvenientes en un futuro.

 

          También, afirmó que los jóvenes criados con amor y con una educación en valores no son suficientes en su proceso educativo. También es indispensable brindar mecanismos para que tengan amistades ya que es un acto naciente y de esa manera comprenderá que tiene semejantes que pueden gozar o sufrir como todo ser humano. 

 

2.6. La mujer desde la concepción de Rousseau

          En su novela pedagógica El Emilio Rousseau, hace referencia en el libro V al papel de la mujer en la sociedad. Está es representada por Sofía la cual es una joven que se educaría bajo un régimen totalmente distinto al de los jóvenes. Al hablar de la mujer este le da un papel secundario en comparación con lo que le otorga al hombre.

 

           Desde el punto vista de Rousseau, las mujeres no tienen un papel protagónico en la educación. En otras palabras, no debe proporcionárseles facilidades o conocimientos básicos de la filosofía, Historia, Política, economía entre otras disciplinas. En mensaje a las madres, Rousseau (1959k), señala: “Creedme, juiciosa madre, no hagáis a vuestra hija un hombre de bien, como para desmentir la naturaleza; hacedla mujer de bien, y estad cierta que valdrá más para nosotros y para sí” (pág. 510). Respecto a la idea expuesta, las femeninas no deben tener los mismos conocimientos del hombre. El autor pensó que es más fácil para la sociedad que estas se ocupen para realizar labores específicamente de ellas y no de los hombres.  En sentido, considero a la mujer un ser si se quiere decir inferior al hombre ya que afirmaba que eso es parte de naturaleza humana. Es así como Rousseau (1959l), plantea:

Una vez demostrado que ni el hombre ni la mujer están ni deben estar constituidos del mismo modo en lo que respecta al carácter y al temperamento, se infiere que no se les debe dar la misma educación. Siguiendo las direcciones de la naturaleza, deben obrar acordes, pero no deben hacer las mismas cosas; el fin de sus tareas es común, pero estas son diferentes, y por consiguiente los gustos que la dirigen (pág. 509).

       

          Es evidente entonces, que el pensamiento roussoniano difiere en cuanto a la educación que se lleve a cabo entre los hombres y las mujeres. Por lo tanto, el estudio de las ciencias duras como: las matemáticas, medicina, biología, astronomía entre otras son exclusivamente para los de sexo masculino. Respecto al tema, García (2007), señala: “La educación de las mujeres debe subordinarse a la de los hombres. A la base de esta subordinación de la mujer se sitúa la creencia de Rousseau en que hombres y mujeres no tienen una misma capacidad racional” (pág. 4). Resulta claro el papel que ocupa la mujer en el pensamiento educativo del autor del origen de las desigualdades entre los hombres. Ese no es otro que prepararse para agradar al hombre.

 

           En cuanto al rol educativo de la mujer, Prieto (2006), expresa: “No quería Rousseau, ciertamente, que las mujeres fuesen ignorantes” (pág. 11). Según el autor, la mujer desde el punto de vista de Rousseau es que se eduque para que piensen, juzguen, amen, conozcan y cultiven su inteligencia. Pero nunca han de ocupar espacios importantes en la sociedad.

 

           De igual forma, el ginebrino plantea que existen diferencias entre el hombre y la mujer. Concerniente a esto, Rousseau (1959m), dice: “El uno debe ser activo y fuerte, débil y pasivo el otro” (pág. 502). Interpretando lo anterior, la mujer es un ser que se desempeña a actividades propias de ella como las de atender hijos, marido, hogar y a la vez ser un soporte del hombre en los momentos que este lo requiera. El sexo masculino desde la visión roussoniana ha de dedicarse a aspectos como: la política, las ciencias, la guerra, la literatura o cualquier otra disciplina propia de los hombres. En cambio, la mujer ha de estar disponible a sus labores propias como el hogar, atención al marido, arreglarse y estar dispuesta para el hombre cuando el esposo la requiera.

 

           En ese orden, Calderón (2005a), dice: “La mujer en Rousseau es una de las ideas que acusa de los vicios de su formación y que arrastra los vetustos prejuicios de la tradición patriarcal” (pág. 5). Resulta claro, que La Filosofía educativa roussoniana, da un rol secundario a la mujer en la sociedad. El contexto en que Rousseau escribe el Emilio es un escenario marcado de grandes discriminaciones raciales en donde las fuerzas físicas aún se imponen sobre las ideas políticas, educativas o la razón. No quiere decir con esto que el autor del Emilio fuera una persona que estaba inmerso en aspectos discriminatorios o racistas sino fue el contexto el que prevaleció en su filosofía educativa. Con referencia a la posición y educación de la mujer, Rousseau (1959n), indica:

¿Deducese de esto que deba ser educada en la ignorancia de todas las cosas y ceñida solamente a las funciones caseras ¿Hará el hombre de su compañera su sirvienta? ¿Se privará para con ella del mayor embelesco de la sociedad? ¿Le impedirá que sienta, que conozca cosa alguna, por mejor esclavizarla ¿La hará un verdadero autómata? No, sin duda; no lo ha dicho así la naturaleza, que da a las mujeres tan agradable y delicada inteligencia; por el contrario, quiere que piensen, juzguen, amen, conozcan y cultiven su entendimiento como su figura; que son las armas que les da para suplir la fuerza que les falta y dirigir la nuestra. Deben aprender muchas cosas, pero solo aquellas que les conviene saber (págs. 510-511).

 

          Resulta claro, que la mujer desde la óptica del autor no ocupa el mismo lugar a la del hombre. Aunque Rousseau, es partidario de: el respeto, amor, consideración, tolerancia a esta entre otros aspectos. Por otro lado, la Filosofía educacional roussoniana se caracteriza por hacer énfasis en la educación del varón y la de la mujer la ve como un complemento a la de los varones. En ese orden, Calderón (2005b), manifiesta: “La mujer es el último asilo de lo natural, pero también el primer fundamento de la sociedad civil” (pág. 8). Por su parte, el autor se refiere a que ella es indispensable en la Republica ya que esta colabora en los asuntos del hogar mientras el hombre trabaja por la construcción de un país.

 

3. Comentarios finales

           La obra educativa de Jean jaques Rousseau, hoy es un referente histórico, político y educativo. La diversidad y crudeza de sus planteamientos revolucionaron la Europa moderna con hechos que marcaron la humanidad para siempre como fueron: La revolución francesa en el campo político y la creación de escuela nueva en el área pedagógica.

 

          A Rousseau, se le debe que los pedagogos posteriores a él crearan teorías educativas y fórmulas para optimizar los aprendizajes entre ellos: Frederick Frobel, Johann Heinrich Pestalozzi, María Montessori y posteriormente Giner de los Ríos, Francisco Ferrer Guardia, Jean Piaget entre otros. Con el ginebrino nace la esperanza para los niños y jóvenes de recibir una educación adecuada para cada una de sus edades.

 

           De igual manera, es de precisar que la honestidad de Rousseau le permite realizar planteamientos bastante acertados, pero a la vez estos fueron considerados por sus adversarios fuera de contexto por colocar en peligro intereses de poder. No quiere decir esto que lo planteado estuviera alejado de la realidad política, social y educativa del entonces si no que su pensamiento era bastante avanzado para una época en dónde aun existían retazos de un sistema feudalista. Todo eso hace que sea más odiado que amado en Francia, Suiza o en cualquier país que fuera reconocido como autor de textos prohibidos por la iglesia católica o la Monarquía.

 

          Quiere decir esto que contra Rousseau, se articularon las altas esferas del poder con el fin de desprestigiarlo, perseguirlo, calumniarlo y llevarlo a su mínima expresión para que su obra educativa y política no fuera dada a conocer por el gentilicio europeo. Sin embargo, el autor del Emilio resistió los ataques y desde el exilio seguía escribiendo con la finalidad de que en el futuro existieran transformaciones en lo educativo y lo político. Esos cambios Rousseau no los vio en su existencia, pero llegaron años después de su partida. 

 

           Finalmente es de destacar que Rousseau fue un ser humano excepcional que busco la justicia social en un mundo con grandes carencias políticas y educativas. Actualmente es considerado como uno de los principales protagonistas de la ilustración del siglo XVIII. Su pensamiento es discutido, debatido y analizado en diferentes universidades del mundo, así como también sus ideas son inspiradoras para muchas personas que siguen con amor y pasión sus obras.

 

4. Referencias

Arrieche, M. (2018). Gestión Docente en el Contexto de la Educación Primaria Venezolana. Revista Scientific3(7), 354-373. Recuperado de: https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.7.18.354-373

 

Calderón, Q. (2005a,b). La mujer en la obra de Jean Jacques Rousseau. Revista de Filosofía, 30(1), 165-177. Recuperado de:

https://revistas.ucm.es/index.php/RESF/article/download/RESF0505120165A/9577

 

Colón, H. (2008). Jean-Jacques Rousseau y su filosofía educativa: más allá de Emilio. Revista Paideia de la UPR, 3(1), ISSN: 1541-8561. Recuperado de:

http://www.ponce.inter.edu/cai/Comite-investigacion/Rousseau-Filosofia-Educativa.html

 

García, F (2007). Dos propuestas de la educación para la educación de la mujer: Rousseau versus Mary Wollstonecraft. A parte Rei. Revista de Filosofía, (50), 1-11. Recuperado de: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/fuster50.pdf

 

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Alirio José Abreu Suarez

e-mail: alirioabreu2010@hotmail.com

 

Nacido en Valera Estado Trujillo, Venezuela. Licenciado en Educación Integral mención Ciencias Sociales en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Especialista en Planificación Y Evaluación Educativa Universidad Valle del Momboy. Especialista en Educación para la Recreación Comunitaria, egresado de la Universidad de Pamplona (Colombia). Doctorado en educación en la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. Experiencia Universitaria: docente de la Universidad Deportiva del Sur, docente en la Universidad Politécnica de las Fuerzas Armadas. Actualmente profesor activo en el Ministerio del Poder Popular para la Educación, Clasificación V. Laboro actualmente en la Escuela Primaria Bolivariana Caja de Agua, adscrita al NER175, ubicada en Motatán Estado Trujillo, Venezuela.

 

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DOI: https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2018.3.10.10.197-217